10 consejos para liderar un equipo de trabajo

10 consejos para liderar un equipo de trabajo
Detrás del éxito de una organización, está el trabajo y el
esfuerzo de muchos equipos de trabajo. Liderar un equipo de
trabajo es algo más que dar instrucciones y dirigir
proyectos y operaciones. Los líderes motivan, alientan,
apoyan, encausan, y, también, en un momento determinado,
dirimen diferencias y asumen responsabilidades.
Pero liderar un equipo de trabajo también es resultar
ejemplar preocupándose cada día de mejorar en esa tarea. La
calidad de los líderes del futuro depende, en gran medida,
del trabajo de sus líderes hoy. Y por eso es tan importante
aprender a liderar un equipo de trabajo.
10 recomendaciones para liderar un equipo de trabajo
exitoso
Un equipo que trabaja en conjunto multiplica la
productividad global y alcanza objetivos propuestos en menos
tiempo. El líder de equipo desempeña un rol fundamental en
este tipo de modelos de trabajo y su liderazgo puede marcar
la diferencia. Para ello este debe esforzarse por mejorar de
acuerdo con los siguientes 10 aspectos:
1. Buena comunicación
Un equipo en el que existan barreras de comunicación entre
el líder y los miembros del grupo o de estos entre sí, nunca
obtendrá la cohesión necesaria para alcanzar el éxito.
Un líder de equipo eficaz debe tomar la iniciativa necesaria para romper el hielo y promover la buena comunicación, abierta y honesta. Eso es fundamentar para que las personas se conozcan y puedan coordinar esfuerzos para desarrollar tareas con eficiencia y, así, alcanzar objetivos pronto.
2. Definir objetivos
La definición clara de los objetivos resulta fundamental
para el éxito del proyecto. Hacerlo bien desde el inicio
facilita el trabajo y aumenta la productividad. Por eso es
importante que los objetivos se definan y planifiquen
contando con la participación de todos los miembros del
equipo.
Son ellos los que mejor pueden detectar previamente posibles problemas de ejecución con los que se pueden encontrar y los que deben entender el plan y los objetivos, aceptarlos y comprometerse.
Para alcanzar dicho compromiso, los objetivos deben ser comprensibles, alcanzables, comprobables y medibles, de otro modo, las personas pierden el sentido de su trabajo, motivación y eficiencia. Es un proceso en el que el líder debe acompañar a su equipo durante todo el camino, y apoyarlo cuando sea necesario.
3. Reconocer y recompensar los logros
Los grandes líderes asumen la responsabilidad por el fracaso
y, sin embargo, atribuyen el éxito a los miembros de sus
equipos. En realidad es muy fácil agradecer y recompensar a
los empleados por sus logros y éxitos, pero pocos recuerdan
hacerlo en el momento oportuno. Un almuerzo, una cena, o una
simple reunión para tomar un café y elogiar el buen
desempeño, ofrecerá importantes beneficios hacia el futuro.
4. Apoyar al equipo y revisar el trabajo con frecuencia
Existen algunos directores o gerentes que solo se reúnen con
su equipo cuando se presenta una crisis. Abandonar al equipo
y aparecer al final, cuando el trabajo ya está concluido,
para criticarlo o elogiarlo, no es liderar un equipo de
trabajo.
Es preciso reservar reuniones periódicas de progreso para comprender cómo están progresando los miembros del equipo y prestar la ayuda necesaria. Si bien es importante entender y aceptar que existen problemas, la posición predeterminada del líder debe ser empatizar con el equipo y defenderlo. De no ser así, estamos ante la presencia de problemas de confianza que deben solucionarse.
5. Aprovechar las fortalezas de cada miembro del equipo
Los grandes líderes reconocen pronto las habilidades y la
experiencia de los miembros de su equipo. Hallar el
conocimiento y la experticia de los empleados y reconocer su
valor, permite asignar tareas y delegar responsabilidades de
acuerdo con las competencias de cada uno. Y eso es
fundamental para obtener los mejores resultados.
6. Desarrollar las habilidades del equipo
Identificar las habilidades de cada uno de los miembros del
equipo es un paso importante. Pero desarrollarlas es
alcanzar un nivel superior que los aproxima a su máximo
potencial de trabajo. Para alcanzar los objetivos, elevar la
moral y asegurar la lealtad, es preciso buscar oportunidades
para ejercitar las habilidades de los miembros del equipo de
trabajo.
Por ejemplo, si uno de los miembros del equipo tiene una licenciatura en matemáticas, informática o ingeniería, el líder y la organización obtendrían un beneficio si deciden proporcionar formación en análisis y evaluación de datos a ese empleado. Como resultado, la evaluación de datos para hacer predicciones y proyecciones, permitirá diagnosticar problemas y proponer soluciones adecuadas en tiempo récord.
7. Inspirar al equipo
Un líder exitoso comprende la importancia de empoderar al
equipo en el lugar de trabajo. Para apoyar las ambiciones de
los empleados y hacer crecer la organización, es preciso
inspirarlos en los momentos adecuados.
La inspiración es como la gasolina extra, el viento trasero, el empuje que se requiere cuando faltan las fuerzas. Un líder exitoso anima a su equipo utilizando charlas para ofrecer una visión apasionante y que todos compartan ideas y opiniones. Pero también puede ofrecer una promoción o un incentivo adicional.
8. Atender conflictos oportunamente
Los conflictos pueden aparecer en cualquier lugar de
trabajo. Ignorarlos solo contribuye a alimentar problemas
internos que finalmente afectan a la productividad, la
comunicación y crean una atmosfera negativa para todos.
Es imperativo abordar los problemas lo antes posible, antes de que se salgan de control. Al hacerlo, se ayuda a los empleados a superar la tensión y la distracción para que enfoquen su atención total en el trabajo.
9. Tomar decisiones firmes e inspirar respeto
Cuando llega el momento de tomar decisiones, el líder
exitoso lo hace con firmeza. Los grandes líderes están
seguros de sí mismos, confiados y no vacilan una vez se
comprometen con un objetivo. Los empleados se sienten
naturalmente atraídos por alguien que imparte seguridad y
fortaleza, especialmente en tiempos de crisis.
Pero el buen líder también inspira respeto. El respeto se gana, no se exige. Y se gana admitiendo los errores cuando así procede, y demostrando empatía, humildad y confianza.
10. Formar con el ejemplo
Los líderes del futuro serán tan buenos o aún mejores que
sus mentores de hoy. Esto refuerza el concepto de que se
debe predicar con el ejemplo. Si el líder llega tarde,
miente a otras personas en la organización o dedica su
tiempo a atender asuntos personales, los empleados creerán
que esta es la forma correcta de hacer las cosas y que ellos
también tienen derecho a hacerlo. Así, será muy difícil
cumplir con los objetivos, satisfacer las expectativas de la
organización y ascender en la escala corporativa.
Pero si el líder es trabajador, justo en sus consideraciones y siempre busca su mejor versión, a su alrededor la mejora personal y el trabajo bien hecho serán el modo habitual de funcionar, ya que la imitación es el modelo de aprendizaje más primordial en el ser humano.
Nota realizada por: EEE Artículos Tecnicos, Capacitación Directiva, Destacado