Kodak
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Los ochenta fueron una época esencial para Kodak, la decisión de gastar en 1988 unos 5.100 millones de dólares en comprar Sterling Drug, la farmacéutica que acabó vendiendo a Bayer por unos 1.500 millones en 1994. La decisión quedará en los anales de las peores decisiones corporativas de la historia.
Una de las empresas tecnológicas más importantes del siglo XX, subió tan alto, que en las nubes se quedó a dormir. Kodak pasó de controlar no solo el mercado fotográfico, sino también el de vacuno y plata a nivel mundial, a un mero recuerdo de otra época.
Es difícil explicar a alguien nacido en los últimos 20-30 años el importante rol que tuvo Kodak en la industria mundial. En la época de lo digital y el almacenamiento infinito en chips y discos duros, se ve lejano que una vez necesitásemos tanta cinta para almacenar fotografías, audio o datos.
Desde el lanzamiento de la Kodak No. 1 en 1889, hasta se declaran en bancarrota en 2012, la firma neoyorquina tuvo una historia fascinante. “Controlaban la producción de ganado y de plata a nivel mundial”, Pero sus hitos son mucho más amplios.
¿Las imágenes tomadas en la Luna por el Apollo XI? Kodak. ¿Los sensores fotográficos del Mars Surface Rover? Kodak. ¿La óptica del telescopio espacial Chandra? Kodak. ¿Las cámaras que usaban los aeroplanos para fotografiar territorio enemigo en la Primera Guerra Mundial? Kodak. ¿Quién inventó la tecnología OLED? Kodak. ¿Las películas con las que se grababan la mayoría de los largometrajes de Hollywood? Kodak. De hecho, Kodak tiene 9 premios Oscar por méritos tecnológicos. Incluso fueron capaces de detectar las pruebas atómicas del ejército de Estados Unidos antes que nadie.
Las vacas
Para hacer la cinta se necesita gelatina, que luego es tratada en una serie de procesos hasta convertirse en el producto final, y para hacer muchas cintas se necesita mucha gelatina. La gelatina de procedencia animal sigue siendo a día de hoy insustituible, imaginemos hace décadas.
Los huesos de millones de vacas, probablemente miles de millones, han sido triturados y convertidos en cinta fotográfica. Comprar los huesos no servía, así que el fundador de Kodak, George Eastman se encargó de crear una empresa subsidiaria para criar vacas y controlar la disposición de sus huesos en los años 30.
El secreto está en la vaca
La necesidad venía de que sus proveedores no podían dar abasto a las necesidades de la empresa tanto en cantidad como en calidad. Si las vacas eran alimentadas con determinado tipo de grano, como por ejemplo el de mostaza, cambiaba la composición de los huesos de la res, y bajaba la calidad de la película.
Aunque era costoso podían vender varios de los subproductos generados en el tratamiento de los huesos. El calcio, los fosfatos y otros, eran revendidos.
Lo mismo ocurría con la plata. El nitrato de plata es indispensable en grandes cantidades para las películas. Kodak Silver Operations se centra en controlar producción específica de este material, comprando y vendiendo plata y sus derivados.
Los japoneses
Aunque Kodak era y es, una compañía muy litigante con sus patentes, también tuvo que defenderse en costosos juicios. Seguramente el más famoso fue la demanda por infracción de patentes que le puso Polaroid en los 80. Pero su gran rival siempre fue Fujifilm, Fuji para los amigos. Kodak intentó contraatacar denunciando las prácticas a la WTO, que acabó dando la razón a Fuji.
Kodak tenía el 90% del mercado de películas fotográficas en Estados Unidos, y el 85% de las cámaras vendidas eran suyas
Tras una rápida expansión entre los años 50 y 80 a nivel mundial, Fuji supuso uno de los grandes retos para Kodak a base de poner carretes cada día más baratos en el mercado. Tras años de acoso y derribo en el mercado por parte de los japoneses, Kodak acabó despidiendo a casi 20.000 empleados en 1999.
Los ochenta fueron una época esencial para Kodak, la decisión de gastar en 1988 unos 5.100 millones de dólares en comprar Sterling Drug, la farmacéutica que acabó vendiendo a Bayer por unos 1.500 millones en 1994. La decisión quedará en los anales de las peores decisiones corporativas de la historia.
La salvación ignorada
Kodak era una de las compañías con más cantidad de patentes. Como empresa pionera en el campo de crear centros de desarrollo donde dar rienda suelta a los científicos y técnicos, tenía una gran historia de lograr avances superiores a la competencia.
En 1975, Steve Sasson, uno de los ingenieros de Kodak creó una máquina del tamaño similar a una tostadora corriente, capaz de almacenar las imágenes de forma electrónica en una cinta, que podían ser luego vistas en una televisión, pues por entonces había pocos monitores de ordenador disponibles.
Habían inventado la fotografía digital. Sin embargo, al propio Sasson y a sus superiores, no les pareció viable y acabaron dejándola atrás. En este tipo de grandes empresas es común ver que la mayoría de hipótesis y prototipos en los que trabajan no acaben siendo parte de productos finales, pero a vista pasada, el error fue mayúsculo.
Los smartphones
Tener una cámara en la mochila estaba bien. Pero está mucho mejor tener una cámara en el bolsillo que además te permite navegar por Internet, jugar, comunicarte con el mundo, y mucho más. El smartphone dejó atrás la necesidad no solo de tener cámaras de película, sino de cámaras en general.
Para hacer frente al auge de cámaras digitales, primero Kodak se puso a fabricarlas vendiéndolas a un precio inferior al coste de producción. Intentó llevar su producción de haluro de plata para la creación de CDs especiales, pero el alto precio de los mismos los hizo un fracaso en el mercado.
En 2012 Kodak declaró la bancarrota, y en 2013 vendió la mayoría de sus patentes a un consorcio formado por Apple, Google, Facebook, Samsung, Microsoft y más empresas por valor de 525 millones de dólares.
En su apogeo, Kodak tenía más de 145.000 empleados, de los cuales hoy quedan unos 6.500. A pesar de que 6.500 empleados son muchos, lo más probable es que la venta de sus patentes sea el último movimiento relevante de Kodak en la industria.
Fuente: https://hipertextual.com