El futuro ya llegó: hacia dónde va la educación luego del cambio de paradigma que impulsó la pandemia

El futuro ya llegó: hacia dónde va la educación luego del cambio de paradigma que impulsó la pandemia

En el Día Internacional de la Educación, Infobae consultó a expertos sobre cómo es el nuevo modelo de educación que se está construyendo. Cuál es el ideal para combinar lo mejor de la enseñanza tradicional con las nuevas tecnologías. Dos docentes cuentan su experiencia con sus canales en YouTube.

La educación tal cuál la conocíamos ha cambiado. Y esto es algo que ya lo sabemos. Si hay un acelerador de este rotundo cambio, el quiebre que hizo que todo sucediera mucho más rápido, fue sin dudas la pandemia. Fue entonces como la virtualidad pasó de ser una postal de ciencia ficción a un recurso urgente con el que millones de millones de padres e hijos de todo el planeta, se las tuvieron que ver para no quedar afuera de un sistema que ya no se podía continuar llevando adelante de una única forma.

Herramientas como You Tube o el propio Google, que ya se venían utilizando, fueron de pronto indispensables para poder dar una clase a distancia. Los docentes tomaron el toro por las astas y llevaron el ecosistema curricular a una expresión 2.0, utilizando aquellos recursos que estaban al alcance de la mano, y que terminaron resultando conductos potentes casi indispensables.

Hoy, 24 de enero, es el Día Internacional de la Educación. ¿Hacia dónde va el rumbo de la educación?, ¿cómo se transforma? ¿cuáles son las nuevas tendencias en materia educativa? Las herramientas tecnológicas tienen mucho para decir sobre estos interrogantes. Infobae consultó no solo a expertos sino a los llamados Edtubers, docentes/educadores, creadores de contenido en YouTube, quienes desde sus plataformas lograron captar el interés de miles de alumnos y usuarios. Sus voces son un caso testigo de la funcionalidad que generan las herramientas aplicadas en el campo educativo.

El futuro de la presencialidad

En el marco de la situación sanitaria actual resulta complejo poder imaginar un retorno a la escuela presencial que alguna vez conocimos. Podríamos decir incluso, que tampoco es deseable. La pandemia nos ha permitido replantear los enfoques pedagógicos clásicos y experimentar otras modalidades, que bien estructuradas, pueden tener resultados asombrosos. El aprendizaje combinado es una de ellas.

“Está claro que durante la pandemia la tecnología tomó un rol protagónico en la educación y nos invitó a repensar y re imaginar los procesos de enseñanza y aprendizaje”, dice a Infobae Fernanda Montes De Oca, Gerente de Ecosistema Educativo Hispanoamérica de Google.

Para la especialista, antes de empezar a hablar de nuevas tendencias educativas, la pregunta no es si el futuro es virtual o presencial. “Creemos que el nuevo modelo de educación que se está construyendo va a combinar lo mejor de la enseñanza tradicional con las nuevas tecnologías. De hecho ya lo estamos viendo en muchas instituciones, que aun con clases presenciales, continúan utilizando las herramientas de Google en sus clases o como soporte”, dice Montes De Oca.

En este escenario, es donde surgen las nuevas tendencias de la educación. Allí, se destaca es lo que muchos llaman “La escuela en todos lados”. Se trata de pensar, dice Montes de Oca, en el aprendizaje como algo vivo y dinámico que puede abrirse camino por diferentes espacios y circunstancias. “Esto es más allá del aula y con nuevas herramientas como, por ejemplo, los videos online. A su vez, creemos que la educación debe pensarse como un proceso que nos acompaña durante toda la vida. El mundo cambia constantemente y nosotros con él, por lo que poder acceder recursos y capacitación en habilidades digitales desde temprana edad y a lo largo de toda la vida será necesario para estimular el aprendizaje continuo y prepararnos para lo que se viene”, explica la especialista.

Una buena propuesta, de la que ya se ha hablado, es es la de aula invertida. “Es una modalidad de la que se viene hablando mucho desde el inicio de la pandemia y tiene sentido que así sea porque altera lo que conocemos de una clase tradicional. Especialmente los espacios, roles y tareas: el aula pasa a ser un lugar de encuentro dinámico para el debate y la interacción entre los estudiantes; mientras que el hogar es el espacio reservado para el acceso al contenido, la lectura y el estudio, respetando el ritmo individual de cada estudiante”, dijo en una nota reciente a Infobae, Rocío González, Magister en Procesos Educativos mediados por Tecnologías. Licenciada y profesora en Comunicación Social. Directora del área de Formación Docente y Asesoría Pedagógica en Ticmas.

Otra tendencia clave es el desarrollo del aprendizaje autónomo. Los docentes tienen una función vital en el aprendizaje y son mentores de sus estudiantes durante toda su escolaridad. Por eso, la utilización de nuevos contenidos o formatos educativos a través de plataformas digitales.

¿De qué forma Google entonces está cambiando la educación? “Desde hace más de 10 años, nuestro compromiso con la educación nació con la premisa de que todas las personas, educadores y estudiantes de todas las edades y etapas, merecen tener las herramientas y las habilidades que les permitan construir el futuro que quieran para sí mismos. Para lograrlo, trabajamos en cuatro pilares clave: capacitar a líderes de instituciones educativas y gobiernos para que lleven la innovación a la educación, empoderar a cada docente acercando herramientas de apoyo; y ayudando a los alumnos a sacar su máximo potencial. Además, buscamos equipar a cada estudiante con herramientas y habilidades digitales y finalmente, seguir evolucionando cada día escuchando y aprendiendo de los expertos”, dice Montes de Oca.

En Argentina, se sabe que más de 2.3 millones de usuarios pudieron acceder en 2021 a la educación gracias a las soluciones tecnológicas de Google for Education. “Esto es resultado del trabajo conjunto con instituciones, docentes, gobiernos provinciales y municipales y socios estratégicos. Queremos colaborar en la construcción de un modelo educativo que prepare a los jóvenes para su futuro. Pero sabemos que este proceso de cambio no se llevará de un día para el otro, sino que será un proceso a largo plazo, de capacitación, adaptación e implementación de nuevas herramientas y que requerirá del trabajo en conjunto con distintos sectores de la sociedad”, agrega la especialista.

-¿Cuál es la respuesta general que recibe Google de parte de los docentes que cada vez más usan esta herramienta?

Montes de Oca: -La retroalimentación es uno de los principales aspectos que guían nuestro trabajo, porque nos permite entender las necesidades de cada país, provincia e institución. Especialmente durante los últimos dos años, estuvimos en contacto constante con docentes, líderes de instituciones educativas y socios que nos ayudaron a actuar rápidamente, introducir mejoras en las herramientas y brindar capacitaciones y apoyo a quienes lo necesitaran. En general la respuesta fue positiva, gracias al acompañamiento y asesoramiento que brindamos y se convirtió en uno de los pilares más importantes del trabajo junto a las escuelas durante los últimos dos años.

-¿Sobre qué cosas tuvieron que prestar atención?

-Estuvimos atentos a nuevos puntos de mejora, poniendo especial atención en las brechas de conexión presentes en nuestra región. La necesidad de flexibilizar las herramientas teniendo en cuenta este contexto fue algo en lo que trabajamos para poder brindar soluciones que acompañen a docentes y estudiantes. Tal es así que en 2021 anunciamos más de 40 nuevas funcionalidades, entre ellas la posibilidad de acceder a Google Classroom sin conexión. Algo que seguiremos reforzando en todo lo que se viene para 2022 y a futuro.

-¿Qué cosas le falta a Google para mejorar su aporte educativo en línea con las currículas tradicionales educativas?

-Entendemos que aún queda mucho camino por recorrer. Somos conscientes de que existe una brecha de acceso a la tecnología y que tenemos que seguir trabajando en su incorporación, como herramienta más de los procesos de aprendizaje y enseñanza. Para eso, desde Google for Education compartimos nuestras herramientas y conocimiento a través de asesoramiento continuo y capacitaciones a educadores con escuelas, instituciones educativas y universidades nacionales y locales a lo largo de todo el país. Y trabajamos junto a distintos gobiernos provinciales y municipales para que la tecnología sea accesible para todas las personas. A su vez, como parte de este recorrido, creemos que es clave ayudar a las instituciones, educadores, familias y estudiantes a desarrollar nuevas habilidades para resolver problemas, colaborar, adaptarse a un mundo cambiante y expresar ideas de nuevas maneras.

Pasado, presente y futuro

El mundo cambiante, ávido de nuevas ideas al que refiere Montes de Oca, tiene para Valentín Muro, escritor y filósofo, un obligado anclaje en las experiencias anteriores. “Creo que la clave para la educación del futuro está en incorporar en realidad todos los aprendizajes que llevamos acumulados en el pasado”, dice Muro a Infobae. “Es decir, no creo que vayamos a descubrir nada muy distinto a lo que ya venimos descubriendo sobre todo en los últimos 100 años”, agrega.

El atraso en educación no está tanto en la falta de información respecto de cómo aprendemos los humanos y de cómo es bueno enseñarle a los humanos, analiza Muro, sino que tiene que ver con el ignorar todo ese tipo de evidencia. “Y con básicamente eso, negar lo que sabemos acerca de la naturaleza humana y no aplicarlo a la manera en que, por ejemplo, se puede enseñar en un contexto educativo para que las personas incorporen esa nueva información y les sirva de una manera concreta en su vida”, agrega el especialista

Muro esta convencido de que el principal problema de la educación suele ser que se enseñen cosas para las cuales “no sabemos bien cómo y cuándo y de qué modo nos van a servir y cuando realmente lo necesitamos lo tenemos que aprender de vuelta”.

¿De qué forma la tecnología puede romper exitosamente con los parámetros establecidos?, preguntó Infobae. “Generalmente, aunque no siempre, la tecnología no es tanto que crea nuevos escenarios -aunque ciertamente eso sucede, y de hecho, la tecnología abre nuevas experiencias y nuevos justamente escenarios- sino que muestra las grietas de aquellos escenarios que ya teníamos incorporados. Entonces, por lo general, lo que hace es que vuelve a las cosas más baratas o más rápidas o más accesibles y de ese modo, por ejemplo, en la inmediatez, en la adquisición de información que trae generalmente Internet se empieza a notar -por ejemplo- el punto flaco de los esfuerzos pedagógicos cuando se pone el énfasis en la memoria”, analiza Muro.

El escritor sostiene que frente a la tecnología, que es la que nos permite recuperar información de manera inmediata, “lo más importante ya no es la capacidad de recuperar esa información sino de vincularla con ese conocimiento de fondo que tienen las personas y con lo que hace básicamente a su consciencia, a su identidad”, sostiene. Y Sigue: “Es entorno a eso que lo que encontramos es que las experiencias son muchas más integradoras, en donde de repente una persona puede vincular todo lo que aprende con todo lo que aprendió y todo lo que hace a su identidad, es donde se obtiene algo mucho más rico e incluso con un impacto mayor hacia el futuro”.

-¿Cuáles son las nuevas tendencias educativas para usted en medio del cambio?

Vicente Muro: – No sabría decir cuáles son exactamente las principales tendencias educativas pero sí creo que no hay que entender este tipo de discusiones entorno a lo inmediato o a lo disruptivo o a que todo el tiempo aparecen cosas que son esencialmente distintas a lo anterior, sino que se trata de procesos muy largos, muy graduales, de los cuales cada tanto podemos señalar algunos hitos pero que realmente no son un quiebre con todo lo anterior constantemente. Por eso, insisto con que gran parte de las cosas que hoy se incorporan en la educación de manera muy prometedora son en realidad ecos de cuestiones que fueron planteadas en los años 50, 70 y 90.

¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, incorporar el video para la educación en realidad es algo que existe mayormente desde que aparece la televisión y luego, por ejemplo, el VHS que hace muy barato la distribución de esos contenidos y luego, obviamente, el DVD. Hoy lo que vemos es que claramente YouTube rompe con todo eso y lo vuelve mucho más rápido y lo vuelve gratuito, etc, pero la idea de incorporar ese tipo de contenidos en realidad es previa.

La docencia según YouTube

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. No hay dudas que las fotos, en especial los videos, atraen a los niños y jóvenes por sobre las letras y los textos largos. Seguramente más de un lector entrado en años, recuerde como un hecho positivo algún video exhibido en VHS para explicar alguna temática en el colegio.

Desde que existe YouTube, sobre todo en los últimos años, son muchos los docentes que toman de esta plataforma todo tipo de información para compartirle a sus alumnos. Ahora bien: ¿de qué forma YouTube atraviesa lo ya establecido y qué herramientas nuevas trae específicamente a docentes y alumnos?

“En Google creemos que Incorporar el lenguaje y los recursos que niños/as, y adolescentes de todo el mundo usan en su vida diaria en la educación puede favorecer los procesos de aprendizaje. Y el video online es unos de los formatos que predominan entre los jóvenes, no solo con el fin de entretenerse sino también para informarse y aprender”, dice Montes de Oca. “En este sentido, YouTube como plataforma brinda un espacio para que quien desee compartir su conocimiento o aprender sobre una temática pueda encontrar contenido de calidad de creadores de todo el mundo. De hecho, una de las comunidades de creadores más populares y dinámicas son los Edutubers: docentes o personas que cuentan con un conocimiento particular y buscan compartirlo con otros a través de videos explicativos. Este espacio permite a los y las docentes continuar con los procesos de enseñanza y acercarse al alumnado a través de un lenguaje y contenido más afín a ellos.

Durante la pandemia, YouTube adquirió una gran relevancia ya que permitió a docentes no sólo brindar clases a través de video sino también compartirlas para que sus estudiantes las consulten en cualquier momento y lugar. “Entendiendo esta oportunidad, y para apoyar a estudiantes y docentes de nivel secundario, en 2021 YouTube lanzó en Argentina el canal Mi Aula que contó con la curaduría de la UNESCO. Este espacio cuenta con contenidos creados por Edutubers y organizaciones, divididos en listas de reproducción según los programas del Ministerio de Educación”, explica Montes de Oca.

“Lo que sucede con YouTube es un buen ejemplo de cómo a través de internet se democratizan las experiencias”, dice Muro. “Volviendo a la analogía de cassettes o DVDs educativos, hoy lo que sucede es que para gran parte de los contenidos que están la currícula de la primaria o la secundaria especialmente, podemos encontrar videos que fueron desarrollados por una profesora en Noruega, en Salta, en Bolivia, o en donde sea, y podemos comparar distintas formas de enseñar ese mismo contenido. Eso, en términos pedagógicos, lo que tiene de interesante es ver que hay distintas formas de comunicar la misma información y podemos hacer el ejercicio cognitivo de encontrar los puntos en común. Entonces, si vemos 4 clases distintas sobre el mismo contenido y todas tienen un punto que se resalta, probablemente ese sea el elemento más importante para guardar y aprender, el resto está en los detalles en los modos de enseñar”, agrega el escritor y filósofo.

En este sentido, dice Muro, “lo que sucede con YouTube es que tendría que haberse incorporado hace al menos 10 años en la educación y, de hecho, fue incorporado. Los estudiantes que tuvieron acceso a un celular o a una computadora con internet, probablemente ya estaban usando YouTube como recurso hace muchos años y eso más bien era algo que, no solo era negado, sino directamente rechazado en los contextos educativos. Como en algún momento también lo fue el uso de Wikipedia en esos entornos, que se rechazaba en vez de incorporarlo como un recurso para, por ejemplo, entender si es posible o no confiar en las fuentes y ver cómo usar este recurso como fuente secundaria”.

Y cierra Muro: “Creo que lo que se puede estudiar e incorporar de manera más interesante es lo que hacen los y las estudiantes cuando los dejan a solas con el desafío de aprender algo y ver qué recursos utilizan. Esto es especialmente interesante, porque podemos acompañarlos y aprender de la experiencia autodidacta que generalmente tienen las personas cuando se educan en internet, porque si hay algo que internet empuja de forma poderosa es esta idea bastante antigua de que la única forma de aprender realmente, es aprender por cuenta propia”.

En primera persona

Félix Díaz, es licenciado en Ciencias de la Educación y creador de contenidos en Resúmenes Entelekia Comenzó su canal en 2015 como complemento a sus clases en el plan FINEs (Plan de Finalización de Estudios Secundarios para Adultos). Un año después de subir los primeros videos, notó que empezaron a crecer en visualizaciones, es decir, que había logrado traspasar las paredes del aula. Actualmente su canal cuenta con más de 155 mil suscriptores.

“En 2015 cuando comencé el proyecto era profesor de Psicología, Sociología y Filosofía y estos fueron los primeros temas subidos a la plataforma. Luego de algunos meses, noté que la cantidad de vistas y suscriptores superaban con creces la de mis propios alumnos de lo cual deduje que eran temas útiles para estudiantes de dichas materias a lo largo del mundo”, cuenta a Infobae Díaz.

Desde entonces continuó subiendo contenido de diversa índole pero nunca abandoné esas primeras materias que dieron origen al canal. “He sumado a lo largo de los años temas de didáctica, pedagogía, historia, teoría crítica, economía, psicoanálisis, metodología de la investigación y demás materias afines a las Ciencias Sociales, que estudié cuando estaba cursando la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Siempre consideré mi canal como una cátedra abierta al mundo entero; enseñar de la forma más amena posible los temas que había aprendido en mi propia formación”, agrega.

Su canal empezó siendo un canal de resúmenes. “La diferencia es que originalmente estaba orientado a mis propios estudiantes y ahora la cátedra se ha abierto mucho más. Según las propias estadísticas de YouTube mis suscriptores en su mayoría oscilan entre los 18 y 35 años y según sus propios comentarios dejados en el canal, la mayoría son estudiantes universitarios de carreras de Ciencias Sociales. En general son de los primeros años de dichas carreras pero también me han comentado que el canal les ha sido útil hasta su graduación o incluso con la tesis”, cuenta.

En el canal Díaz sube resúmenes de Ciencias Sociales en general a veces a pedido de las propias personas que siguen el canal, pues pueden votar temas en encuestas que realizó en la sección de “Comunidad” del canal. “El feedback es siempre muy positivo, entre los suscriptores también hay colegas profesores universitarios que usan los videos como soporte o incluso bibliografía para sus respectivas cátedras. Por ejemplo, en 2020 con el desarrollo de los eventos de la pandemia realicé un curso en 10 videos de introducción a las ciencias sociales, el cual fue muy compartido en ese momento”, agrega.

Micaela Beloqui, es docente y creadora de contenidos en Matemática con Mica. Empezó su canal en 2012 cuando estaba finalizando sus estudios terciarios y era profesora particular. Su objetivo era apoyar a sus estudiantes para que no se quedaran sin clases. El canal creció desde entonces y ya cuenta con más de 49 mil suscriptores.

“A lo largo de las 9 temporadas he tenido la posibilidad de aprender sobre las necesidades de la audiencia. Soy consciente de lo necesario que es un soporte virtual para las clases”, dice Beloqui a Infobae quien confiesa que el último año ha sido muy particular para ella. “La demanda de nuevas clases surgía a través de los días y es un placer poder llegar a los hogares de los estudiantes o padres mediante este canal. Lograr un equilibrio entre la familia, la escuela y YouTube no es fácil, para nada pero no bajo los brazos, y seguiré dando mi granito de arena con cada clase que pueda crear para toda persona que lo precise”, explica.

Beloqui dice que se siente muy animada a mejorar. “Cada año es un nuevo desafío”, afirma emocionada. “Desde mejorar las técnicas de grabación hasta encontrar el lugar y tiempo indicados para que no haya interrupciones en las grabaciones. El canal está apuntado a todo el público que tenga dudas específicas de Matemáticas. Hay explicaciones desde 1er grado de primaria hasta para la preparación para el ingreso a la facultad. Hay listas creadas por año y por temas”, agrega.

Está claro: luego de la pandemia, quedó demostrado que algunas cuestiones pueden atravesar lo ya conocido y cambiar la educación tal cual la conocíamos. ¿Hay un futuro con menos presencialidad?¿Puede haber educación sin escuelas o con menos presencia en ellas? Félix Díaz y Micaela Beloqui tienen algo que decir con respecto a esto.

“La actual coyuntura ha acelerado procesos que podrían haberse dado naturalmente; el mundo entero se estaba valiendo de la tecnología para complementar la presencialidad e incluso había programas universitarios completos que se realizaban en forma virtual. Incluso, actualmente, cuando muchos pensaban que era posible un retorno completo a la presencialidad esto también se vuelve a poner en entredicho. YouTube seguirá siendo una herramienta en este nuevo año y en los subsiguientes. No me imagino un futuro sin presencialidad pero sí un avance hacia sistemas mixtos, o incluso que sea opcional para los cursantes si eligen una modalidad u otra”, dice Félix Díaz.

Y agrega: “Es verdad que la clase presencial es difícil de reemplazar, el poder interactuar con el profesor y hacer preguntas es algo muy valioso; sin embargo, en Internet tenemos la opción de comentar los videos y evacuar algunas dudas, también existe la posibilidad de hacer clases en directo pudiendo contestar las dudas por chat”.

“No me imagino un mundo sin presencialidad”, dice por su parte Beloqui. “Si esto sucediera perderíamos lo importante de las relaciones humanas. El contacto uno a uno, el captar una mirada, el comprender a los chicos cuando pueden continuar o cuando debemos comenzar otra vez. Nos perderíamos la posibilidad de reír o llorar junto a ellos, de compartir sus emociones y de alentarlos sinceramente a continuar”, agrega.

Beloqui está convencida de que la educación, en este tiempo de pandemia, afloró sus puntos débiles. “Tema que es urgente de tratar: somos varios agentes en la misma. Cuando decimos “escuela” no nos referimos sólo a los profesores. Cuando decimos “escuela” hay un Estado, un equipo directivo, docentes, estudiantes y familia”, dice firme.

Y suma: “Sin la participación activa de cualquiera de estos, no hay educación. ¿Podemos aprender solos sin la escuela? Sí, pero la presencialidad es fundamental para formar mejores ciudadanos. No podemos ser mejores personas sin el contacto con otras personas. ¿Imagínense estudiar Medicina sin hacer las prácticas, eso sería posible? Vivimos tiempos difíciles, pero todo es para nuestro provecho: para aprender a valorar a los nuestros, a los otros y a nosotros mismos”.

Reforzar la comprensión de valores fundamentales para la sociedad. Por ahí dice Beloqui que va la cuestión. Y enumera: ”Primero, al Estado: cuidar del docente, valorar el esfuerzo que hacemos en el aula. Cuidar el mensaje que se le transmite a la sociedad antes de llegar a un consenso. Mejorar la calidad educativa y sostenerla a lo largo del tiempo. Y en segundo lugar, a las familias: apoyen a sus hijos en sus estudios, refuercen el seguimiento de cada uno de ellos, invitándolos a superarse y a buscar diferentes formas de aprendizaje. Miren sus carpetas, interesarse por las materias que tuvieron ese día los ayudará a encontrar un punto de conversación y ver si han prestado atención en clases. Padres, los necesitamos La virtualidad llegó para quedarse, pero como complemento, no cómo único medio en la educación”.

¿Se imagina un futuro con menos presencialidad?, preguntó Infobae a Vicente Muro. “Sí, las personas se pueden educar a través de refuerzos autodidactas simplemente siguiendo libros y haciendo, por ejemplo, grupos de estudio. Todas estas son cosas que ya suceden, el asunto es cómo incorporar las distintas experiencias y necesidades al aprendizaje de personas muy distintas. Hay personas que son más afines al autodidactismo y personas que necesitan más acompañamiento, y la escuela debería ofrecer ambas experiencias. En ese sentido, el problema son los extremos: es justamente que la escuela es o plena presencialidad o plena experiencia remota”.

El experto se pregunta entonces qué pasa si podemos, por ejemplo, descubrir y abrazar las situaciones en las que aprendemos mejor cuando estamos solos para después encontrarnos con pares, mentores y docentes y compartir aquello que estudiamos cuando estuvimos solos. “Debemos incorporar el conocimiento acumulado acerca de lo que implica aprender y enseñar de los últimos 3.000 años y, en particular, de las experiencias pedagógicas de los últimos 100 ó 150 años, cuando se empezó a problematizar realmente qué significa ir a la escuela, cuál es la importancia cívica de la educación obligatoria en primaria y secundaria para la formación de las personas como ciudadanas y qué rol cumple esto para lo que vamos a esperar de las personas en un contexto democrático, liberal y republicano como el nuestro”, cierra Muro.

Nota realizad por: Agustín Gallardo

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