Dios nos hace y nosotros vendemos

Blog : 64s Posts Encontrado

Cómo superar el Síndrome del Impostor que limita el desarrollo profesional y las posibilidades en los negocios

En un mano a mano, la coach ejecutiva y organizacional Alejandra Marcote comparte sus tips para conectar con nuestro poder personal cuando la autoexigencia, el perfeccionismo y el miedo al fracaso nos hacen sentir un fraude.

La exprimera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, podría hacer gala de su currículum: graduada en las universidades de Princeton y en Harvard, trabajó en el estudio de abogados Sidley Austin, donde se especializó en derecho de propiedad intelectual; fue comisionada asistente de planificación y desarrollo en la alcaldía de Chicago; fundó el capítulo de Chicago de Aliados Públicos, un programa que prepara a los jóvenes para el servicio público; e impulsó diversas iniciativas que buscan promover la igualdad de género y empoderar a jóvenes. Fue, también, elegida la mujer más poderosa del mundo por el ranking de Forbes de 2010.

Hace cuatro años, en el marco de una presentación ante un grupo de estudiantes en Londres, Inglaterra, reconoció haber padecido el Síndrome del Impostor. Sentirse, en otras palabras, un fraude. Algo que también le ocurrió a Sheryl Sandbergdirectora de Operaciones de Facebook y fundadora de la red Lean In, nombrada una de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Time y una de las mujeres “self made” más ricas del mundo según el ranking de Forbes de 2021.

Pero, ¿qué es el Síndrome del Impostor? Es esa impresión de no ser capaz de internalizar los logros, de sentir que los reconocimientos son inmerecidos y de temer ser descubierto de un momento a otro. Sentirse, sin más, un impostor. Como le pasaba también a Albert Einstein, autodenominado “estafador involuntario”, por no creerse digno de los lauros recibidos; a la escritora nominada al premio Pulitzer Maya Angelou; y a la actriz Meryl Streep, entre tantas otras personas que se destacaron en diferentes disciplinas.

El término fue acuñado en 1978 por las psicólogas estadounidenses Pauline Clance y Suzanne Imes, quienes estudiaron el impacto de este sentir, sobre todo, en mujeres con un destacado recorrido universitario. Clance había iniciado la investigación luego de notar que varias de sus mejores alumnas tenían en común un sentimiento de inseguridad -injustificada- sobre su desempeño. Algo que, recordaba, a ella misma le había sucedido durante sus años de formación.

El Síndrome del Impostor no está necesariamente vinculado a la depresión, ansiedad, escasa autoestima ni falsa modestia. El impostor laboral suele ser una persona perfeccionista, con alto rendimiento y que se exige mucho. Sin embargo, este exceso de autoexigencia hace que no pueda evitar la sensación de inseguridad y un sentimiento de que no lo hace bien. Para el impostor, los buenos resultados tienen que ver más con “la suerte”, y no tanto con sus propias habilidades y conocimientos.

Alejandra Marcote es coach y speaker especializada en el aprendizaje de errores y fracasos. Directora de Aprender del Error, desarrolló un concepto integral de abordaje de los errores y fracasos para la transformación cultural de equipos y organizaciones, y para la resignificación de las experiencias personales fallidas.

Recientemente, publicó el libro Cómo transformar el Síndrome del Impostor en tu aliado, donde explora cómo el perfeccionismo, la autoexigencia, el miedo a fallar y las comparaciones con otras personas nos generan la sensación de no estar a la altura de las circunstancias. En un mano a mano con Forbes Argentina, compartió las claves conectar con nuestro poder personal.

-¿Por qué ahora este libro?

La decisión concreta de escribir este libro la tomé a principios de 2021. Sin embargo, ya tenía material escrito sobre el tema. Durante el primer año de la pandemia, en 2020, tuvimos que reconvertirnos, había muchas personas que por necesidad necesitaban desarrollar nuevas habilidades, conseguir otros trabajos, generar emprendimientos o darle una vuelta a su emprendimiento y se veían muy desafiadas.

Ahí decidí trabajar este tema de forma abierta, en talleres, y a partir de esa experiencia, de lo que me iba movilizando, de lo que iba descubriendo, se fue despertando esta idea de escribir el libro, de publicarlo. A mitad de 2020, publiqué un artículo en LinkedIn que tuvo bastante repercusión. Después, le fui dando vueltas porque dije “voy a armar un ebook”. Al final, ese ebook tenía 100 páginas  y ahí me decidí a lanzar el libro.

Lo que me terminó por decidir fue la pandemia, el proceso que estábamos pasando y esta necesidad de compartir con otras personas todo lo que yo venía investigando durante años, trabajando en empresas, en las charlas de Aprender del Error. Que sea un material accesible y ordenado para que cualquiera que se estuviera viendo boicoteado por esta idea de ser un fraude pudiera comenzar a trabajarlo como si fuera un taller, que ese es el formato del libro.

-¿Cómo tomaste conocimiento sobre el Síndrome del Impostor?

Hace bastante, cuando estaba estudiando una maestría en coaching y quería dejar mi trabajo como contadora. Se me estaba haciendo muy difícil y me di cuenta de que no tenía que ver tanto con el exterior, sino con mis propias creencias, con la idea de que yo tenía que hacerlo todo perfecto y que hasta no poder generar algo que fuera impecable, no podía dar un taller. Entonces, eso me limitaba a arriesgarme. También la idea de que tenía que saber todo. Y tener más títulos. Y que cuando me recibiera de la maestría iba a necesitar hacer más cosas. Había un enorme limitación interna que tenía que ver con mis creencias.

Empecé a ver qué me pasaba y leyendo, en algún momento, llegué al Síndrome del Impostor. Fue un descubrimiento a partir de una necesidad personal. Como después empecé a trabajar con el tema de los errores y los fracasos, lo profundicé desde lo profesional.

-¿Cómo detectar si uno padece el Síndrome del Impostor? ¿Hay forma de hacer un autodiagnóstico?

Hay formas de detectarlo. Creo que, sobre todo, basándose en cuáles son las principales características de este síndrome. Quienes lo descubrieron originalmente hace 40 años habían hecho un test. Yo, particularmente, preferí no incluirlo en el libro, pero sí desgranar más esas características que nos permiten ir dándonos cuenta: ¿Creemos que nuestros logros se deben a factores externos o internos? ¿Cuál es nuestra respuestga ante elogios y agradecimientos? En general, nos es dificil aceptarlo porque creemos que lo hace gente amable pero no porque lo merecemos. La idea de que vamos a ser descubiertos, este temor a que alguien se va a dar cuenta de que los estamos engañando, de que nos van a descubrir, también es otra pista. Podría agregar un cuarto punto a tener en cuenta, que es el miedo a fracasar y a equivocarnos.

Muchas personas que padecen el Síndrome están más guiados por evitar fracasar que por alcanzar el éxito. Si hacemos un doble click ahí, encontramos algunos otros aspectos que podemos evaluar, por ejemplo, considerar que lo que logramos nunca está lo suficientemente bien hecho, creemos que siempre nos falta algo por saber y por ende no podemos hacer lo que nos proponen. Si algo no sale en el primer intento, vamos a creer que no somos lo suficientemente competentes, y/o tener la convicción de que lo vamos a hacer todo mal.

Nunca vamos a alcanzar las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos. Nos parece que es poco lo que hacemos. También hay algo que es bastante característico, que es mucho miedo a la evaluación, al feedback, al comentario. Sobre todo, el comentario negativo que, en lugar de tomarlo como algo constructivo, lo tomamos como algo personal y como la confirmación de que somos un fraude. Y algo que aparece muy visible es la comparación: compararnos con otros. Quiero aclarar que deberían darse varias de estas situaciones. Uno tendría que hacer un check de tres o cuatro, como mínimo, para que se dé el Síndrome del Impostor.

-¿De qué modo puede afectar el desarrollo profesional?

De distintas maneras. Puede ser que una persona se paralice y no avance en su carrera, no tome nuevos desafíos. Tenga tanto temor a ser descubierto, a no estar a la altura que, directamente, cuando le ofrecen un ascenso o aparece un nuevo cliente en un emprendimiento no lo tome. Una consecuencia, la más indeseable de todas, quizás, que la persona no se desarrolle.

Hay otras personas que igual toman los desafíos, pero la pasan muy mal. Avanzan en su carrera, pero su costo es más emocional, es un escaso disfrute, mucha ansiedad porque siempre está esta idea de que igual no soy suficiente y de que se van a dar cuenta.

Hay mucha ansiedad de por medio. El no disfrute también es una consecuencia y también el sobrecargarse de trabajo porque, con esta idea de que no somos lo suficiente, de que tenemos que esforzarnos un montón para demostrar y para que se vea que sí estamos a la altura, hay un sobreesfuerzo para cualquier trabajo y el costo es que pueda ser la salud física.

A veces posponiendo un poco las cosas y después sobrecargándose mucho al final. Las consecuencias son distintas de acuerdo a cómo lo viva cada persona y tal vez qué estrategia tenga frente al Síndrome del Impostor: pero, básicamente, parálisis, no avanzamos o avanzamos y la pasamos muy mal y/o nos esforzamos muchísimo y estamos totalmente quemados.

Y una no menor para el mundo emprendedor podría ser el tema de no cobrar. No le puedo poner precio a mi trabajo porque siento que no estoy a la altura, que debería saber más para cobrarlo. Entonces, el no poner precio o poner precio muy por debajo de lo que se podría poner. En el caso de las organizaciones, muchas veces, no negociar un salario como podría negociarlo o no pedir un aumento porque, como me han dicho alguna vez, “creo que me pagan demasiado por lo que hago”.

-¿Qué recomendás para trabajarlo?

El primer paso es reconocerlo. Reconocer que son voces que nos traen recordatorios de las altas expectativas de nosotros mismos, que tienen que ver con creencias que tenemos, pero que no es la verdad acerca de nosotros. Que cuando nos decimos que no estamos a la altura, que somos un fraude, no es la verdad de nosotros.

El segundo, en la medida de lo posible, tener alguien con quien compartirlo. Una amiga, un compañero, un grupo, alguien con quien tengamos confianza porque, a medida que podamos verbalizarlo, sale de esa nube que tenemos en la cabeza y nos agobia, podemos empezar a trabajarlo, explorar los miedos que tenemos, explorar si eso que nos decimos tiene algo de cierto o no en el fondo.

Por ejemplo, no estoy preparada para este desafío. ¿Realmente no estoy preparada para este desafío o tengo una experiencia que sí me habilita a tomarlo? Empezar a generar una conversación respecto de eso que tanto me agobia.

Después, estar muy conscientes de nuestra respuesta cuando alguien nos felicita, nos elogia. ¿Qué decimos? En automático solemos decir que no es para tanto. Podemos pensar que es pura amabilidad de la otra persona y entonces rechazamos este elogio. Lo ideal es empezar a trabajar y decir gracias. Y realmente reconocer que nosotros tuvimos que ver con lo que logramos y que ese elogio está dado a nuestro trabajo y que es super bienvenido.

Y así como nos damos cuenta de que rechazamos los elogios, también podemos empezar a escucharnos qué nos decimos cuando alguien nos da un comentario que resulta negativo respecto de nuestro trabajo. Entonces, si eso que nos dicen, por ejemplo, “no cumpliste con el objetivo de ventas”, lo traducimos en “soy una mala vendedora” o, lo que es peor, “no sirvo para esto”, entonces empezar decir “ok, no vendí, pero no quiere decir que soy mala, que no lo sé hacer”. El mecanismo es que le damos poca importancia a los comentarios positivos y le damos mucha importancia y los amplificamos a los comentarios negativos. Los tomamos como algo personal, que no somos buenos, que no somos lo suficiente. Entonces, empezar a calibrar esto es importante.

También trabajar la comparación. En general nos comparamos con otras personas y solamente vemos una parte. O sea, vemos la foto del éxito, de lo bien que le va a una persona o lo que vemos por fuera. No sabemos todo lo que hay detrás, todo lo que pasó, las frustraciones, los tropiezos que tuvo. Al compararnos, siempre parece que las otras personas llegaron más rápido, sin que les cueste, que tienen una vida impecable y nosotros no.

Entonces, empezar a mirar cómo nos comparamos con los demás, que no siempre es que los otros tienen y logran todo y nosotros no. Pensar qué es lo que sí tenemos y sí logramos, e investigar también qué es lo que pasa en la vida de las otras personas para darnos cuenta de que esa comparación que hacemos nos deja siempre en desventaja.

Otra cosa que quería traer es que pensamos siempre en escenarios negativos. Cuando nos ofrecen un puesto o tenemos que dar una charla, lo primero que se nos viene a la mente es todo lo mal que nos puede ir, todo lo que no sabemos para estar ahí. Empezar a ser conscientes de que cuando se nos dispara esta idea de un montón de escenarios negativos es clave parar la pelota y preguntarnos qué tan factibles son esos escenarios. Es importante obligarnos a generar un hábito de cuál puede ser el escenario positivo.

-¿Es más común entre las mujeres?

Yo venía trabajando el Síndrome del Impostor vinculado con mujeres. Anteriormente, las estadísticas tendían a mostrar que era más común entre las mujeres que entre los hombres. Pero no termina siendo una diferencia tan significativa en cuanto a cantidad. En mis talleres, que son mixtos, cada vez tengo más asistencia de hombres.

Lo que sí observo no es que necesariamente hay una diferencia en cantidad, pero sí que es más limitante para nosotras. ¿Por qué? Porque está atravesado por cuestiones culturales como, por ejemplo, las expectativas que tiene la sociedad para con nosotras, y por ende lo que tenemos de nosotras mismas. Por otro lado, muchas nos hemos criado con la idea de que el lugar tal vez estaba un poco más en la casa y no en el espacio laboral. Entonces, cuando una llega a un espacio determinado, espacios de decisión en determinados ámbitos, donde en general no ha habido mujeres, una siente que ese no es el espacio que tenía que ocupar o no es el rol que tenía que estar cumpliendo y, por ende, no va a estar nunca a la altura de las circunstancia.

Por otra parte, también está instalada la idea de la mujer maravilla, esta idea que está muy vinculada con los roles, de querer ser la mamá perfecta, la ejecutiva perfecta, la hija perfecta. Ahora tenemos otros roles y nos exigimos hacerlo hacerlo todo en forma perfecta. Esas exigencias no se ven tan claras en los hombres.

Y hay un tema vinculado a la idea de la capacidad intelectual. En general, a los hombres no los hemos escuchado con “hay que explicarle, esto es muy difícil”. En cambio, con nosotras sí. Esta idea de que quizá no somos tan capaces intelectualmente que ha estado presente durante mucho tiempo permea en nosotras en determinados ámbitos: ciencia, matemática, tecnología. Esta idea de que no somos lo suficientemente racionales, que somos muy emocionales. Todo esto que tiene que ver con estereotipos de género nos juega en contra.

Creo que nos ha dificultado apropiarnos de los logros, poder compartirlos, tomar el mérito por lo que hacemos, bajo esta idea de la modestia femenina. Siempre se dice “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”, pero no se dice “adelante o al costado…”. Esto hace que no podamos decir “esto me lo merezco por tal cosa o porque logré tal otra”.

-¿Qué pasa en los equipos de trabajo en las organizaciones? ¿Pueden influenciar en que nos sintamos más impostores? 

Al ir trabajando cada creencia y los distintos factores, puede observar que hay comportamientos que se suelen dar en las organizaciones para que las personas se sientan así. Por ejemplo, esto de resaltar mucho los errores y poco los aciertos. Venimos de esta idea de que si venís a trabajar tenés que hacerlo bien, entonces no destaco lo que hacés bien, sino que te recalco lo que hacés mal. No pueden ver el mérito en lo que hacen y solo tienen el registro de lo que está mal. O en culturas muy perfeccionistas, donde no se acepta nada que esté por debajo de la perfección y los trabajos se demoran en salir.

También algo que sucede en muchos equipos es que parece que no se puede preguntar, a quien lo expone se lo hace sentir como que debería saberlo y ese “deberías saberlo” nos hace sentir como que no estamos a la altura de las circunstancias. Lo cual, además, este tipo de comportamientos en las organizaciones hace que el trabajo no sea todo lo bueno que puede ser. Las personas tienen temor de expresar sus opiniones, tienen miedo a equivocarse y, por lo tanto, no intentan hacer nada nuevo.

https://www.youtube.com/watch?v=mWQlYXrPSbs&t=1s ¿Qué es el Síndrome del Impostor?

unnamed (1)

Link de la nota: https://www.forbesargentina.com/innovacion/como-superar-sindrome-impostor-limita-desarrollo-profesional-posibilidades-negocios-n15075

 

Fintech: las revolucionarias

Desde el inicio de la pandemia, el sector creció un 20%, y en total ya hay 330 firmas que brindan servicios financieros digitales. Están en la mira del Estado y cuentan con el apoyo de los usuarios.

Solo en la Argentina ya hay 330 empresas dentro de la industria fintech, lo que la ubica como el tercer país en la región en importancia, detrás de Brasil y México. Y aunque solo el 10% de ellas fueron creadas en 2021 (20%, si se compara con el inicio de la pandemia), la evolución que tiene el sector se evidencia en que en el último año se duplicó la cantidad de socios de la Cámara Argentina de Fintech, que ya reúne a 210 firmas.

Esta industria tiene numerosos verticales, siendo el de pagos digitales el de mayor presencia en el mercado (y el que la gran mayoría de los usuarios usan como billeteras virtuales). “Este sector tuvo un crecimiento fenomenal en los últimos dos años. Hoy en la Argentina existen aproximadamente 30 millones de CVU (cuentas virtuales), número que se multiplicó por 10 desde 2020″, afirma Mariano Biocca, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Fintech.

“Según el último Informe de Inclusión Financiera del BCRA, uno de los verticales que más crecieron fue el de los pagos electrónicos, alcanzando 8,5 operaciones por adulto en los primeros seis meses de 2021 y siendo el valor histórico más alto. Se destacan los pagos mediante POS y mPOS seguidos por los pagos mediante códigos QR”, informa Leo Rubinstein, CEO de ank.

A esto, Santiago Sánchez, Chief Product Officer en Naranja X, agrega que la digitalización, el auge del ecommerce y el mayor uso de dispositivos móviles contribuyeron enormemente al crecimiento de esta vertical dentro del ecosistema fintech: “En nuestro caso, el 54% de los clientes pagan el resumen de su tarjeta de crédito a través de medios digitales. Prepandemia, ese indicador era del 20%”.

“Es interesante remarcar que durante 2021 la descarga de apps de finanzas creció 122% respecto de 2020, a casi el triple de velocidad que el promedio global. De continuar este ritmo, en dos años habrá más descargas de fintechs que de bancos”, destaca Alex Waltuch, director comercial para la Industria de Finanzas en Google Argentina. A esto añade: “El 56% de los argentinos eligen los canales digitales como la principal vía para operar sus finanzas personales, y uno de cada tres bancarizados prefiere las aplicaciones como su principal canal de atención”.

A su vez, en un país como Argentina, donde el crédito normalmente escasea, “se experimentó un rebote importante a lo largo de 2021, post encierro de 2020. Y cripto viene con un crecimiento sumamente acelerado en términos de adopción. Actualmente, la Argentina posee empresas world class que están compitiendo codo a codo con gigantes globales por la conquista de Latinoamérica”, se entusiasma Biocca.

Para Alejandro Melhem, vicepresidente de Mercado Pago para Sudámerica Hispana, los servicios financieros digitales fueron fundamentales para sostener la actividad económica durante la pandemia. Explica: “Crecieron de manera exponencial y ya son parte de la vida cotidiana de millones de personas y comercios en la Argentina y la región. Aun así, estamos convencidos de que aún hay muchísimo por hacer para impulsar el desarrollo de este sector en nuestro país”.

Por su parte, Rubinstein asegura que Latinoamérica es una de las regiones con mejor perspectiva para el desarrollo de la industria debido al alto nivel de acceso a dispositivos con conexión a Internet y a que gran parte de la población se encuentra sub-bancarizada: “Estas dos variables y una demanda insatisfecha de servicios financieros provocaron el surgimiento de una cantidad muy importante de nuevas fintech”.

“Como resultado del crecimiento sostenido, la industria fintech es una de las más heterogéneas en el país, porque ha ido incorporando una gran cantidad de nuevos actores, que incluyen startups, proyectos digitales de instituciones financieras tradicionales y billeteras digitales provenientes de las finanzas centralizadas, y plataformas P2P y exchanges por parte de las finanzas descentralizadas o blockchain”, describe Andrés Ondarra, Country Manager de Bitso Argentina.

En cuanto al mundo de las criptomonedas, según analiza Marcelo Cavazzoli, CEO de Lemon, hay muchos factores que indican que sigue siendo un mercado alcista: “Los proyectos sólidos que proponen resolver problemáticas del ecosistema tradicional y cuentan con comunidades fuertes pueden ser los que más se beneficien y obtengan un alza del precio. Algunos ejemplos de estos proyectos son los de finanzas, gaming, NFT, entretenimiento, transaccionalidad e interoperabilidad, entre otros”.

“Para los próximos años las líneas de las verticales se van a empezar a esfumar. Las finanzas embebidas están cambiando el mercado al generar un movimiento que hará que las empresas ofrezcan cada vez más servicios a sus clientes, y eso incluye a los financieros. Con esto lo que va a pasar es que un supermercado se va a convertir también en una fintech que te puede dar créditos, seguros, ofrecer pagos y financiamiento. Hoy ya podemos ver esto en Brasil con Carrefour Pay”, explica Julián Lisenberg, cofundador y CRO de Geopagos. Para este experto, transformar la experiencia del usuario cuando se trata de cómo gestionar su economía “está haciendo que las empresas e instituciones tengan que pensar fuera de su zona de confort para afrontar las nuevas demandas”.

Ronda de inversiones

El último año fue de una gran recaudación en términos de rondas de inversiones para el mercado de las fintech. “A nivel mundial, en 2021, US$ 1 de cada US$ 5 de capital de riesgo se destinó a nuevas fintech y el sector recibió US$ 131.000 millones en financiamiento”, aclara Marc Winitz, Chief Marketing Officer (CMO) de Rapyd.

Esta tendencia también se dio en América Latina, y la Argentina no estuvo al margen. “De acuerdo con datos de la Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina (Lavca), las startups en general, y no solo las fintech, han atraído US$ 15.300 millones durante el año pasado, más que el triple con relación al récord anterior, que era de US$ 4.900 millones en 2019, mostrando nuevamente que el ecosistema en América Latina está en alta”, señalan desde Pomelo.

Ualá es un caso que en agosto último cerró una ronda Serie D de US$ 350 millones, liderada por SoftBank Latin America Fund y Tencent. “Esto nos permitió desarrollar nuevos productos y atraer talento para Argentina, México y ahora también Colombia, que acabamos de lanzar. Ya llevamos más de 4 millones de tarjetas emitidas en la región”, dice Mariana Franza, Chief Operating Officer de Ualá. La ejecutiva resalta que también fue un buen año para Ualá Bis, la solución de cobros para empresas: “Entre enero y diciembre de 2021 el volumen mensual transaccionado creció 47 veces, el número de comercios activos fue 8 veces mayor, y cada vez se suman más revende – dores a lo largo del país”. Ualá también firmó un acuerdo para adquirir Wilobank (aún está sujeto a la aprobación del BCRA), dando muestras del camino de muchas empresas de este sector, que buscan crecer y regionalizarse. Otro ejemplo es el de Buenbit.

“Durante 2021 pasamos de 250.000 usuarios a más de 600.000, el equipo se multiplicó por 3, levantamos una ronda de inversión serie A por más de US$ 11 millones, desembarcamos en Perú y México, y sentamos las bases para ser uno de los players principales en América Latina. Para 2022 esperamos tener un crecimiento similar. Tenemos el ambicioso objetivo de llegar a los 2 millones de usuarios a nivel regional, queremos duplicar el equipo que ya superó las 250 personas, y planificamos abrir operaciones en Brasil, Colombia y Chile”, enumeran desde la empresa, la primera fintech cripto en la Argentina en lanzar una tarjeta prepaga Mastercard, sin costo de emisión ni mantenimiento, que es internacional y que por cada consumo reintegra el 2% en cripto. “Además, lanzamos un producto de inversión que les permite a los usuarios invertir en protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) a través de nuestra plataforma de manera extremadamente sencilla, listamos nuevas criptos, realizamos alianzas estratégicas con actores importantes del sector inmobiliario y automotor, entre muchas otras cosas”, reflejan desde Buenbit.

“Hay mucho por hacer en materia de infraestructura tecnológica para ayudar a acelerar el lanzamiento de servicios financieros de calidad para el usuario final. Hoy los servicios financieros en la región corren encima de tecnología obsoleta, fragmentada por país, que fue creada pensando en los servicios tradicionales que ofrecían los bancos y no en el actual estado y volumen de los servicios digitales de la región”, dicen desde Pomelo. En este contexto, Julián Colombo, CEO de N5 Now, advierte que, si bien las empresas de servicios financieros digitales están levantando un gran número de inversiones, aún no están dando ganancias. ¿Qué tienen a favor para que inviertan en ellas? “El potencial a futuro, el valor de los datos y cómo juegan a la hora de distribuir información a los usuarios. En la vereda de enfrente, la banca tradicional sigue obteniendo ganancias y no perdieron mercado en este sentido”, diferencia.

Transparencia y reglas claras

Al abordar el tema de las regulaciones al sector, las opiniones están divididas, aunque todos coinciden en que la presencia de normas permite tener un mercado de reglas claras, que es por lo que todos están luchando: la transparencia. Hernán Piñeiro, CEO de Worldsys, sostiene que estas empresas “se han adecuado al cumplimiento de las leyes de lavado de activos identificando bien a sus clientes y los riesgos, así como también analizando sus operaciones. Es un sector muy proactivo y hemos tenido clientes que han incorporado software antilavado aun cuando la normativa no se lo exigía. Vemos al sector muy activo en el cumplimiento de estas cuestiones”.

“Como cualquier otra empresa, estamos en constante con – tacto con los reguladores de todos los países en los que operamos. Uno de los últimos grandes ejemplos es la implementación de la normativa de Transferencia 3.0, que requirió la articulación del trabajo y el esfuerzo de todos los jugadores de la industria”, dice Melhem. Sin embargo, al mismo tiempo, señala que le preocupan regulaciones como la de fines de diciembre (cuando se les obligó a las billeteras virtuales que los fondos de los medios de pago estén 100% encajados), “que dificultan el crecimiento del sector y desincentivan la inclusión financiera de miles de personas”.

“La rentabilidad no debería ser consecuencia de una u otra norma del regulador, sino de la aceptación por parte de los usuarios de la propuesta de valor de las empresas. Entendemos que hay voluntad del BCRA por construir un ecosistema fintech cada vez más transparente y competitivo, y esperamos que las regulaciones incentiven la digitalización de los servicios financieros, con reglas claras que den certidumbre a todos los actores del sistema”, opina Sánchez.

“Por ejemplo, en México (donde operamos desde abril de 2021), desde 2018 está vigente la Ley Fintech, que establece regulaciones, límites, mesas de trabajo, como también informes, planificaciones futuras. Esto da cuenta de la gran diferencia que hay en comparación con otros países que están lejos aún de tener lineamientos claros y precisos del sector. Este tipo de leyes promueven el crecimiento y orden del sector, así como un marco claro en el cual basarse para operar de forma correcta y armónica”, observan desde AlPrestamo.

Si algo necesita regulaciones son las monedas digitales, porque es tan nuevo que requiere de reglas claras para generar confianza en el mercado. “En la Argentina hay dos proyectos de ley para tratar el tema. Desde Lemon trabajamos en conjunto con la Cámara Argentina de Fintech para que la regulación pueda contemplar las necesidades de los usuarios y ser favorable para la adopción cripto en el país. A veces se entiende a la regulación como algo malo, pero no necesariamente es así. Establecer reglas claras es importante para reducir la incertidumbre y que más personas puedan tener sus criptomonedas”, cuenta Cavazzoli.

 

 

nota completa: https://www.forbesargentina.com/negocios/fintech-revolucionarias-n14510

Otto Scharmer, del MIT: “El trabajo de los líderes es percibir y dar forma al futuro”

Los efectos de esta dinámica de disrupción en el liderazgo lo llevaron a desarrollar su “Teoría U”, en enfoque para gestionar el cambio que utiliza la introspección y el autoconocimiento como medios para desarrollar y adoptar nuevas ideas y métodos para el cambio organizacional.

“Si liderás en tiempos de disrupción, tenés que estar cómodo con sentirte incómodo; tenés que ser capaz de mirarte al espejo de tu organización o de tu sociedad, aún cuando lo que veas no sea lo querés ver. El trabajo de los líderes es percibir y dar forma al futuro, y sólo podrán hacerlo si están en contacto con la realidad”, sentenció en la entrevista exclusiva con el Económico, previa a su participación en el 56º Coloquio de IDEA, en el panel “Liderar para la sustentabilidad”.

¿Cómo se lidera en la era de la disrupción?

Una era de disrupción significa que suceden un montón de cosas fuera de nuestro control, lo que plantea un desafío. En realidad, el futuro es una función de la forma en que se responde a este desafío, la forma en que se responde a la disrupción. Porque la esencia del liderazgo es percibir y comprender el futuro. La raíz etimológica de la palabra liderazgo es avanzar, dar un paso adelante en el nuevo territorio. Por eso necesita de valentía, pero también requiere capacidad de percepción, de sentir las posibilidades futuras que están emergiendo y tomar medidas prácticas para que sucedan.

En relación con este tipo de liderazgo usted desarrolló la “Teoría U”, ¿Se trata de una teoría o de un método? ¿En qué consiste?

Es ambas cosas. Principalmente, es un enfoque para el cambio, basado en la conciencia (awareness). Los enfoques para trabajar con el cambio usan el modelo del iceberg: las raíces de los síntomas están bajo la superficie. Qué es lo que hacés en tanto líder: no reaccionás contra los síntomas, sino que comprendés las cuestiones de fondo y las abordás. La Teoría U agrega un nivel más profundo a esas raíces o cuestiones de fondo: no sólo se trata de las estructuras y de los paradigmas de pensamiento, sino que usamos una tercera dimensión que tiene que ver con las fuentes: las fuentes de la creatividad, de nuestra energía productiva, las fuentes de quiénes somos como líderes, de nuestra identidad.

La Teoría U hace visible esta dimensión más profunda del cambio, con la cual los líderes siempre tratan, pero a la que raramente prestan atención. Por ejemplo, luego de la fusión de dos empresas, a nivel estructura, legalmente, surge una única compañía y la gente se encuentra dentro de un único marco de trabajo. Pero en niveles más profundos todavía funciona un tipo de competencia, de forma tal que las viejas redes de las dos entidades permanecen iguales. Para moverse más allá de eso, como comunidad, es necesario pasar por un proceso de “dejar ir” y “dejar venir”. Dejar ir a las viejas identidades (“yo era compañía A, vos compañía B”), de manera tal que aparezca una nueva identidad que es “juntos ahora somos compañía C”. Este proceso de dejar ir lo viejo y dejar venir lo nuevo es el nivel más profundo del proceso U, que tratamos de navegar. Desde el liderazgo, es necesario trabajar dos dimensiones personales: cómo me muestro y la atención, la calidad de presencia, la calidad de escucha que traigo a una situación.

En un artículo reciente, usted sostuvo que el coronavirus pone un espejo delante nuestro. ¿Por qué?

Al principio, en Estados Unidos y Europa, la gente pensaba que el coronavirus era un gran igualador: todos, ricos y pobres, podemos infectarnos. Hoy sabemos que eso no es verdad. El coronavirus no ha sido un gran igualador, sino un amplificador y un espejo. El espejo está haciendo visible algo que ya estaba ahí. Y el amplificador significa que el mundo que era desigual antes, ahora lo es más. Por ejemplo, acá en Estados Unidos, la gente pobre es mucho más víctima del coronavirus que la gente rica. En realidad, hemos visto que los países con niveles altos de desigualdad, en promedio, han tenido menos éxito en abordar la pandemia. Cuando se mira a los países que han sido más exitosos en conducir la crisis del coronavirus, tienen menos desigualdad en sus sociedades y mejores sistemas de salud pública. Y eso les permite ser más efectivos en sus respuestas, y, en consecuencia, sufrir menos. Esto lo vemos en países del este asiático y también en Europa, particularmente en países como Alemania y del norte europeo.

¿Esta crisis tiene alguna consecuencia en términos del liderazgo?

Lo que deberíamos aprender de la crisis del coronavirus es que, en tanto líder, es necesario mirar ese espejo. Si esta crisis es el espejo, está mostrando algunos de los problemas que conocíamos desde antes, pero en los que persistíamos. Y ahora es tal vez momento de hacer algo acerca de ellos. Eso en primer lugar. Como líder, es necesario mirar ese espejo, aún cuando lo se vea no nos guste.

Si miramos de cerca los fracasos de liderazgo en los negocios la raíz del problema es casi siempre la misma: líderes desconectados de la realidad que están enfrentando. Y eso se traduce en líderes que no están escuchando y que no están abordando los problemas que los hacen sentir incómodos. Así que la lección número uno es: si sos líder, liderás en tiempos de disrupción y tenés que estar cómodo con sentirte incómodo, tenés que ser capaz de mirarte al espejo de tu organización o de tu sociedad. El trabajo de los líderes es percibir y dar forma al futuro. Y sólo es posible hacerlo si estás en contacto con la realidad.

La segunda lección es que no sólo hay que conectarse con la realidad corriente, sino también con las posibilidades futuras emergentes. No estar aferrado al pasado, lo que te volvería irrelevante, de cierta forma. Y esto se traduce en que los líderes necesitan ir a los límites del sistema. Si se quedan en sus sedes centrales, en sus oficinas o sus suites ejecutivas, básicamente la gente les dice lo que quieren escuchar. Para ver lo nuevo, es necesario ir a los límites, salir del lugar propio, ver cómo otras industrias abordan el problema, conectarse no sólo con los clientes actuales sino con las nuevas olas emergentes de clientes para un producto, y es necesario hablar con gente que esté cerca de los desarrollos. Pueden ser desarrollos tecnológicos o desarrollos sociales, que sean relevantes para el negocio porque pueden irrumpir en él o ya lo está haciendo. Hay que acercarse a las fronteras del sistema, donde el futuro que podría suceder mañana ya está visible en alguna forma temprana hoy.

 Perfil

Otto Scharmer es profesor titular de la Escuela de Management Sloan del MIT y cofundador del Instituto Presencing. Preside el programa MIT IDEAS para la innovación intersectorial e introdujo el concepto de “presencing”, una combinación de los términos “presence” (presencia) y “sensing” (percibir) que alude a la posibilidad de “aprender del futuro emergente”.

Es autor de Theory U y coautor de Presence y de Leading from the Emerging Future, en el que se esbozan “ocho puntos de acupuntura para transformar el capitalismo”. Su libro más reciente, The Essentials of Theory U, resume los principios básicos y las aplicaciones de este enfoque basado en la conciencia para la gestión del cambio.

Scharmer es doctor en Economía de la Universidad de Witten/Herdecke, Alemania. Recibió el Premio Jamieson a la Excelencia en la Enseñanza en el MIT y el Premio Europeo Leonardo de Aprendizaje Corporativo.

 

 

Link de la nota: https://www.clarin.com/economia/-trabajo-lideres-percibir-dar-forma-futuro-_0_1AQL1FtLt.html

 

La increíble historia de cómo la cofundadora de Nubank se hizo multimillonaria

Cristina Junqueira, de 39 años, tiene un 2,9% de las acciones de la fintech brasileña, la mayor de América Latina. Su fortuna asciende a 1.300 millones de dólares.

En un año récord en financiación de empresas tecnológicas listadas en Wall Street, el banco digital brasileño Nubank se convirtió en la fintech más valiosa de América Latina. Al salir el jueves a la bolsa de Nueva York y dar la tradicional campanada en la apertura de la jornada, sus acciones subieron un 15%, valorando la empresa en 45.000 millones de dólares y convirtiendo a la cofundadora Cristina Junqueira, de 39 años, en multimillonaria.
La participación de Junqueira del 2,9% vale 1.300 millones de dólares. Su nueva condición de multimillonaria es un hito para Brasil. Es la segunda mujer del país que amasa una fortuna de esa envergadura por sí misma.

A nivel mundial, el sector de las tecnologías financieras, dominado por los hombres, tiene pocas mujeres multimillonarias. Otro miembro vinculado a Nubank. Jackie Reses, ex directora de Square Capital e inversora ángel de la fintech, forma parte de su consejo de administración.

Junqueira dice que su apuesta por Nubank es a largo plazo y mantiene todas sus acciones.

Fuente: https://www.forbesargentina.com/

El futuro ya llegó: hacia dónde va la educación luego del cambio de paradigma que impulsó la pandemia

El futuro ya llegó: hacia dónde va la educación luego del cambio de paradigma que impulsó la pandemia

En el Día Internacional de la Educación, Infobae consultó a expertos sobre cómo es el nuevo modelo de educación que se está construyendo. Cuál es el ideal para combinar lo mejor de la enseñanza tradicional con las nuevas tecnologías. Dos docentes cuentan su experiencia con sus canales en YouTube.

La educación tal cuál la conocíamos ha cambiado. Y esto es algo que ya lo sabemos. Si hay un acelerador de este rotundo cambio, el quiebre que hizo que todo sucediera mucho más rápido, fue sin dudas la pandemia. Fue entonces como la virtualidad pasó de ser una postal de ciencia ficción a un recurso urgente con el que millones de millones de padres e hijos de todo el planeta, se las tuvieron que ver para no quedar afuera de un sistema que ya no se podía continuar llevando adelante de una única forma.

Herramientas como You Tube o el propio Google, que ya se venían utilizando, fueron de pronto indispensables para poder dar una clase a distancia. Los docentes tomaron el toro por las astas y llevaron el ecosistema curricular a una expresión 2.0, utilizando aquellos recursos que estaban al alcance de la mano, y que terminaron resultando conductos potentes casi indispensables.

Hoy, 24 de enero, es el Día Internacional de la Educación. ¿Hacia dónde va el rumbo de la educación?, ¿cómo se transforma? ¿cuáles son las nuevas tendencias en materia educativa? Las herramientas tecnológicas tienen mucho para decir sobre estos interrogantes. Infobae consultó no solo a expertos sino a los llamados Edtubers, docentes/educadores, creadores de contenido en YouTube, quienes desde sus plataformas lograron captar el interés de miles de alumnos y usuarios. Sus voces son un caso testigo de la funcionalidad que generan las herramientas aplicadas en el campo educativo.

El futuro de la presencialidad

En el marco de la situación sanitaria actual resulta complejo poder imaginar un retorno a la escuela presencial que alguna vez conocimos. Podríamos decir incluso, que tampoco es deseable. La pandemia nos ha permitido replantear los enfoques pedagógicos clásicos y experimentar otras modalidades, que bien estructuradas, pueden tener resultados asombrosos. El aprendizaje combinado es una de ellas.

“Está claro que durante la pandemia la tecnología tomó un rol protagónico en la educación y nos invitó a repensar y re imaginar los procesos de enseñanza y aprendizaje”, dice a Infobae Fernanda Montes De Oca, Gerente de Ecosistema Educativo Hispanoamérica de Google.

Para la especialista, antes de empezar a hablar de nuevas tendencias educativas, la pregunta no es si el futuro es virtual o presencial. “Creemos que el nuevo modelo de educación que se está construyendo va a combinar lo mejor de la enseñanza tradicional con las nuevas tecnologías. De hecho ya lo estamos viendo en muchas instituciones, que aun con clases presenciales, continúan utilizando las herramientas de Google en sus clases o como soporte”, dice Montes De Oca.

En este escenario, es donde surgen las nuevas tendencias de la educación. Allí, se destaca es lo que muchos llaman “La escuela en todos lados”. Se trata de pensar, dice Montes de Oca, en el aprendizaje como algo vivo y dinámico que puede abrirse camino por diferentes espacios y circunstancias. “Esto es más allá del aula y con nuevas herramientas como, por ejemplo, los videos online. A su vez, creemos que la educación debe pensarse como un proceso que nos acompaña durante toda la vida. El mundo cambia constantemente y nosotros con él, por lo que poder acceder recursos y capacitación en habilidades digitales desde temprana edad y a lo largo de toda la vida será necesario para estimular el aprendizaje continuo y prepararnos para lo que se viene”, explica la especialista.

Una buena propuesta, de la que ya se ha hablado, es es la de aula invertida. “Es una modalidad de la que se viene hablando mucho desde el inicio de la pandemia y tiene sentido que así sea porque altera lo que conocemos de una clase tradicional. Especialmente los espacios, roles y tareas: el aula pasa a ser un lugar de encuentro dinámico para el debate y la interacción entre los estudiantes; mientras que el hogar es el espacio reservado para el acceso al contenido, la lectura y el estudio, respetando el ritmo individual de cada estudiante”, dijo en una nota reciente a Infobae, Rocío González, Magister en Procesos Educativos mediados por Tecnologías. Licenciada y profesora en Comunicación Social. Directora del área de Formación Docente y Asesoría Pedagógica en Ticmas.

Otra tendencia clave es el desarrollo del aprendizaje autónomo. Los docentes tienen una función vital en el aprendizaje y son mentores de sus estudiantes durante toda su escolaridad. Por eso, la utilización de nuevos contenidos o formatos educativos a través de plataformas digitales.

¿De qué forma Google entonces está cambiando la educación? “Desde hace más de 10 años, nuestro compromiso con la educación nació con la premisa de que todas las personas, educadores y estudiantes de todas las edades y etapas, merecen tener las herramientas y las habilidades que les permitan construir el futuro que quieran para sí mismos. Para lograrlo, trabajamos en cuatro pilares clave: capacitar a líderes de instituciones educativas y gobiernos para que lleven la innovación a la educación, empoderar a cada docente acercando herramientas de apoyo; y ayudando a los alumnos a sacar su máximo potencial. Además, buscamos equipar a cada estudiante con herramientas y habilidades digitales y finalmente, seguir evolucionando cada día escuchando y aprendiendo de los expertos”, dice Montes de Oca.

En Argentina, se sabe que más de 2.3 millones de usuarios pudieron acceder en 2021 a la educación gracias a las soluciones tecnológicas de Google for Education. “Esto es resultado del trabajo conjunto con instituciones, docentes, gobiernos provinciales y municipales y socios estratégicos. Queremos colaborar en la construcción de un modelo educativo que prepare a los jóvenes para su futuro. Pero sabemos que este proceso de cambio no se llevará de un día para el otro, sino que será un proceso a largo plazo, de capacitación, adaptación e implementación de nuevas herramientas y que requerirá del trabajo en conjunto con distintos sectores de la sociedad”, agrega la especialista.

-¿Cuál es la respuesta general que recibe Google de parte de los docentes que cada vez más usan esta herramienta?

Montes de Oca: -La retroalimentación es uno de los principales aspectos que guían nuestro trabajo, porque nos permite entender las necesidades de cada país, provincia e institución. Especialmente durante los últimos dos años, estuvimos en contacto constante con docentes, líderes de instituciones educativas y socios que nos ayudaron a actuar rápidamente, introducir mejoras en las herramientas y brindar capacitaciones y apoyo a quienes lo necesitaran. En general la respuesta fue positiva, gracias al acompañamiento y asesoramiento que brindamos y se convirtió en uno de los pilares más importantes del trabajo junto a las escuelas durante los últimos dos años.

-¿Sobre qué cosas tuvieron que prestar atención?

-Estuvimos atentos a nuevos puntos de mejora, poniendo especial atención en las brechas de conexión presentes en nuestra región. La necesidad de flexibilizar las herramientas teniendo en cuenta este contexto fue algo en lo que trabajamos para poder brindar soluciones que acompañen a docentes y estudiantes. Tal es así que en 2021 anunciamos más de 40 nuevas funcionalidades, entre ellas la posibilidad de acceder a Google Classroom sin conexión. Algo que seguiremos reforzando en todo lo que se viene para 2022 y a futuro.

-¿Qué cosas le falta a Google para mejorar su aporte educativo en línea con las currículas tradicionales educativas?

-Entendemos que aún queda mucho camino por recorrer. Somos conscientes de que existe una brecha de acceso a la tecnología y que tenemos que seguir trabajando en su incorporación, como herramienta más de los procesos de aprendizaje y enseñanza. Para eso, desde Google for Education compartimos nuestras herramientas y conocimiento a través de asesoramiento continuo y capacitaciones a educadores con escuelas, instituciones educativas y universidades nacionales y locales a lo largo de todo el país. Y trabajamos junto a distintos gobiernos provinciales y municipales para que la tecnología sea accesible para todas las personas. A su vez, como parte de este recorrido, creemos que es clave ayudar a las instituciones, educadores, familias y estudiantes a desarrollar nuevas habilidades para resolver problemas, colaborar, adaptarse a un mundo cambiante y expresar ideas de nuevas maneras.

Pasado, presente y futuro

El mundo cambiante, ávido de nuevas ideas al que refiere Montes de Oca, tiene para Valentín Muro, escritor y filósofo, un obligado anclaje en las experiencias anteriores. “Creo que la clave para la educación del futuro está en incorporar en realidad todos los aprendizajes que llevamos acumulados en el pasado”, dice Muro a Infobae. “Es decir, no creo que vayamos a descubrir nada muy distinto a lo que ya venimos descubriendo sobre todo en los últimos 100 años”, agrega.

El atraso en educación no está tanto en la falta de información respecto de cómo aprendemos los humanos y de cómo es bueno enseñarle a los humanos, analiza Muro, sino que tiene que ver con el ignorar todo ese tipo de evidencia. “Y con básicamente eso, negar lo que sabemos acerca de la naturaleza humana y no aplicarlo a la manera en que, por ejemplo, se puede enseñar en un contexto educativo para que las personas incorporen esa nueva información y les sirva de una manera concreta en su vida”, agrega el especialista

Muro esta convencido de que el principal problema de la educación suele ser que se enseñen cosas para las cuales “no sabemos bien cómo y cuándo y de qué modo nos van a servir y cuando realmente lo necesitamos lo tenemos que aprender de vuelta”.

¿De qué forma la tecnología puede romper exitosamente con los parámetros establecidos?, preguntó Infobae. “Generalmente, aunque no siempre, la tecnología no es tanto que crea nuevos escenarios -aunque ciertamente eso sucede, y de hecho, la tecnología abre nuevas experiencias y nuevos justamente escenarios- sino que muestra las grietas de aquellos escenarios que ya teníamos incorporados. Entonces, por lo general, lo que hace es que vuelve a las cosas más baratas o más rápidas o más accesibles y de ese modo, por ejemplo, en la inmediatez, en la adquisición de información que trae generalmente Internet se empieza a notar -por ejemplo- el punto flaco de los esfuerzos pedagógicos cuando se pone el énfasis en la memoria”, analiza Muro.

El escritor sostiene que frente a la tecnología, que es la que nos permite recuperar información de manera inmediata, “lo más importante ya no es la capacidad de recuperar esa información sino de vincularla con ese conocimiento de fondo que tienen las personas y con lo que hace básicamente a su consciencia, a su identidad”, sostiene. Y Sigue: “Es entorno a eso que lo que encontramos es que las experiencias son muchas más integradoras, en donde de repente una persona puede vincular todo lo que aprende con todo lo que aprendió y todo lo que hace a su identidad, es donde se obtiene algo mucho más rico e incluso con un impacto mayor hacia el futuro”.

-¿Cuáles son las nuevas tendencias educativas para usted en medio del cambio?

Vicente Muro: – No sabría decir cuáles son exactamente las principales tendencias educativas pero sí creo que no hay que entender este tipo de discusiones entorno a lo inmediato o a lo disruptivo o a que todo el tiempo aparecen cosas que son esencialmente distintas a lo anterior, sino que se trata de procesos muy largos, muy graduales, de los cuales cada tanto podemos señalar algunos hitos pero que realmente no son un quiebre con todo lo anterior constantemente. Por eso, insisto con que gran parte de las cosas que hoy se incorporan en la educación de manera muy prometedora son en realidad ecos de cuestiones que fueron planteadas en los años 50, 70 y 90.

¿Por ejemplo?

-Por ejemplo, incorporar el video para la educación en realidad es algo que existe mayormente desde que aparece la televisión y luego, por ejemplo, el VHS que hace muy barato la distribución de esos contenidos y luego, obviamente, el DVD. Hoy lo que vemos es que claramente YouTube rompe con todo eso y lo vuelve mucho más rápido y lo vuelve gratuito, etc, pero la idea de incorporar ese tipo de contenidos en realidad es previa.

La docencia según YouTube

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. No hay dudas que las fotos, en especial los videos, atraen a los niños y jóvenes por sobre las letras y los textos largos. Seguramente más de un lector entrado en años, recuerde como un hecho positivo algún video exhibido en VHS para explicar alguna temática en el colegio.

Desde que existe YouTube, sobre todo en los últimos años, son muchos los docentes que toman de esta plataforma todo tipo de información para compartirle a sus alumnos. Ahora bien: ¿de qué forma YouTube atraviesa lo ya establecido y qué herramientas nuevas trae específicamente a docentes y alumnos?

“En Google creemos que Incorporar el lenguaje y los recursos que niños/as, y adolescentes de todo el mundo usan en su vida diaria en la educación puede favorecer los procesos de aprendizaje. Y el video online es unos de los formatos que predominan entre los jóvenes, no solo con el fin de entretenerse sino también para informarse y aprender”, dice Montes de Oca. “En este sentido, YouTube como plataforma brinda un espacio para que quien desee compartir su conocimiento o aprender sobre una temática pueda encontrar contenido de calidad de creadores de todo el mundo. De hecho, una de las comunidades de creadores más populares y dinámicas son los Edutubers: docentes o personas que cuentan con un conocimiento particular y buscan compartirlo con otros a través de videos explicativos. Este espacio permite a los y las docentes continuar con los procesos de enseñanza y acercarse al alumnado a través de un lenguaje y contenido más afín a ellos.

Durante la pandemia, YouTube adquirió una gran relevancia ya que permitió a docentes no sólo brindar clases a través de video sino también compartirlas para que sus estudiantes las consulten en cualquier momento y lugar. “Entendiendo esta oportunidad, y para apoyar a estudiantes y docentes de nivel secundario, en 2021 YouTube lanzó en Argentina el canal Mi Aula que contó con la curaduría de la UNESCO. Este espacio cuenta con contenidos creados por Edutubers y organizaciones, divididos en listas de reproducción según los programas del Ministerio de Educación”, explica Montes de Oca.

“Lo que sucede con YouTube es un buen ejemplo de cómo a través de internet se democratizan las experiencias”, dice Muro. “Volviendo a la analogía de cassettes o DVDs educativos, hoy lo que sucede es que para gran parte de los contenidos que están la currícula de la primaria o la secundaria especialmente, podemos encontrar videos que fueron desarrollados por una profesora en Noruega, en Salta, en Bolivia, o en donde sea, y podemos comparar distintas formas de enseñar ese mismo contenido. Eso, en términos pedagógicos, lo que tiene de interesante es ver que hay distintas formas de comunicar la misma información y podemos hacer el ejercicio cognitivo de encontrar los puntos en común. Entonces, si vemos 4 clases distintas sobre el mismo contenido y todas tienen un punto que se resalta, probablemente ese sea el elemento más importante para guardar y aprender, el resto está en los detalles en los modos de enseñar”, agrega el escritor y filósofo.

En este sentido, dice Muro, “lo que sucede con YouTube es que tendría que haberse incorporado hace al menos 10 años en la educación y, de hecho, fue incorporado. Los estudiantes que tuvieron acceso a un celular o a una computadora con internet, probablemente ya estaban usando YouTube como recurso hace muchos años y eso más bien era algo que, no solo era negado, sino directamente rechazado en los contextos educativos. Como en algún momento también lo fue el uso de Wikipedia en esos entornos, que se rechazaba en vez de incorporarlo como un recurso para, por ejemplo, entender si es posible o no confiar en las fuentes y ver cómo usar este recurso como fuente secundaria”.

Y cierra Muro: “Creo que lo que se puede estudiar e incorporar de manera más interesante es lo que hacen los y las estudiantes cuando los dejan a solas con el desafío de aprender algo y ver qué recursos utilizan. Esto es especialmente interesante, porque podemos acompañarlos y aprender de la experiencia autodidacta que generalmente tienen las personas cuando se educan en internet, porque si hay algo que internet empuja de forma poderosa es esta idea bastante antigua de que la única forma de aprender realmente, es aprender por cuenta propia”.

En primera persona

Félix Díaz, es licenciado en Ciencias de la Educación y creador de contenidos en Resúmenes Entelekia Comenzó su canal en 2015 como complemento a sus clases en el plan FINEs (Plan de Finalización de Estudios Secundarios para Adultos). Un año después de subir los primeros videos, notó que empezaron a crecer en visualizaciones, es decir, que había logrado traspasar las paredes del aula. Actualmente su canal cuenta con más de 155 mil suscriptores.

“En 2015 cuando comencé el proyecto era profesor de Psicología, Sociología y Filosofía y estos fueron los primeros temas subidos a la plataforma. Luego de algunos meses, noté que la cantidad de vistas y suscriptores superaban con creces la de mis propios alumnos de lo cual deduje que eran temas útiles para estudiantes de dichas materias a lo largo del mundo”, cuenta a Infobae Díaz.

Desde entonces continuó subiendo contenido de diversa índole pero nunca abandoné esas primeras materias que dieron origen al canal. “He sumado a lo largo de los años temas de didáctica, pedagogía, historia, teoría crítica, economía, psicoanálisis, metodología de la investigación y demás materias afines a las Ciencias Sociales, que estudié cuando estaba cursando la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Siempre consideré mi canal como una cátedra abierta al mundo entero; enseñar de la forma más amena posible los temas que había aprendido en mi propia formación”, agrega.

Su canal empezó siendo un canal de resúmenes. “La diferencia es que originalmente estaba orientado a mis propios estudiantes y ahora la cátedra se ha abierto mucho más. Según las propias estadísticas de YouTube mis suscriptores en su mayoría oscilan entre los 18 y 35 años y según sus propios comentarios dejados en el canal, la mayoría son estudiantes universitarios de carreras de Ciencias Sociales. En general son de los primeros años de dichas carreras pero también me han comentado que el canal les ha sido útil hasta su graduación o incluso con la tesis”, cuenta.

En el canal Díaz sube resúmenes de Ciencias Sociales en general a veces a pedido de las propias personas que siguen el canal, pues pueden votar temas en encuestas que realizó en la sección de “Comunidad” del canal. “El feedback es siempre muy positivo, entre los suscriptores también hay colegas profesores universitarios que usan los videos como soporte o incluso bibliografía para sus respectivas cátedras. Por ejemplo, en 2020 con el desarrollo de los eventos de la pandemia realicé un curso en 10 videos de introducción a las ciencias sociales, el cual fue muy compartido en ese momento”, agrega.

Micaela Beloqui, es docente y creadora de contenidos en Matemática con Mica. Empezó su canal en 2012 cuando estaba finalizando sus estudios terciarios y era profesora particular. Su objetivo era apoyar a sus estudiantes para que no se quedaran sin clases. El canal creció desde entonces y ya cuenta con más de 49 mil suscriptores.

“A lo largo de las 9 temporadas he tenido la posibilidad de aprender sobre las necesidades de la audiencia. Soy consciente de lo necesario que es un soporte virtual para las clases”, dice Beloqui a Infobae quien confiesa que el último año ha sido muy particular para ella. “La demanda de nuevas clases surgía a través de los días y es un placer poder llegar a los hogares de los estudiantes o padres mediante este canal. Lograr un equilibrio entre la familia, la escuela y YouTube no es fácil, para nada pero no bajo los brazos, y seguiré dando mi granito de arena con cada clase que pueda crear para toda persona que lo precise”, explica.

Beloqui dice que se siente muy animada a mejorar. “Cada año es un nuevo desafío”, afirma emocionada. “Desde mejorar las técnicas de grabación hasta encontrar el lugar y tiempo indicados para que no haya interrupciones en las grabaciones. El canal está apuntado a todo el público que tenga dudas específicas de Matemáticas. Hay explicaciones desde 1er grado de primaria hasta para la preparación para el ingreso a la facultad. Hay listas creadas por año y por temas”, agrega.

Está claro: luego de la pandemia, quedó demostrado que algunas cuestiones pueden atravesar lo ya conocido y cambiar la educación tal cual la conocíamos. ¿Hay un futuro con menos presencialidad?¿Puede haber educación sin escuelas o con menos presencia en ellas? Félix Díaz y Micaela Beloqui tienen algo que decir con respecto a esto.

“La actual coyuntura ha acelerado procesos que podrían haberse dado naturalmente; el mundo entero se estaba valiendo de la tecnología para complementar la presencialidad e incluso había programas universitarios completos que se realizaban en forma virtual. Incluso, actualmente, cuando muchos pensaban que era posible un retorno completo a la presencialidad esto también se vuelve a poner en entredicho. YouTube seguirá siendo una herramienta en este nuevo año y en los subsiguientes. No me imagino un futuro sin presencialidad pero sí un avance hacia sistemas mixtos, o incluso que sea opcional para los cursantes si eligen una modalidad u otra”, dice Félix Díaz.

Y agrega: “Es verdad que la clase presencial es difícil de reemplazar, el poder interactuar con el profesor y hacer preguntas es algo muy valioso; sin embargo, en Internet tenemos la opción de comentar los videos y evacuar algunas dudas, también existe la posibilidad de hacer clases en directo pudiendo contestar las dudas por chat”.

“No me imagino un mundo sin presencialidad”, dice por su parte Beloqui. “Si esto sucediera perderíamos lo importante de las relaciones humanas. El contacto uno a uno, el captar una mirada, el comprender a los chicos cuando pueden continuar o cuando debemos comenzar otra vez. Nos perderíamos la posibilidad de reír o llorar junto a ellos, de compartir sus emociones y de alentarlos sinceramente a continuar”, agrega.

Beloqui está convencida de que la educación, en este tiempo de pandemia, afloró sus puntos débiles. “Tema que es urgente de tratar: somos varios agentes en la misma. Cuando decimos “escuela” no nos referimos sólo a los profesores. Cuando decimos “escuela” hay un Estado, un equipo directivo, docentes, estudiantes y familia”, dice firme.

Y suma: “Sin la participación activa de cualquiera de estos, no hay educación. ¿Podemos aprender solos sin la escuela? Sí, pero la presencialidad es fundamental para formar mejores ciudadanos. No podemos ser mejores personas sin el contacto con otras personas. ¿Imagínense estudiar Medicina sin hacer las prácticas, eso sería posible? Vivimos tiempos difíciles, pero todo es para nuestro provecho: para aprender a valorar a los nuestros, a los otros y a nosotros mismos”.

Reforzar la comprensión de valores fundamentales para la sociedad. Por ahí dice Beloqui que va la cuestión. Y enumera: ”Primero, al Estado: cuidar del docente, valorar el esfuerzo que hacemos en el aula. Cuidar el mensaje que se le transmite a la sociedad antes de llegar a un consenso. Mejorar la calidad educativa y sostenerla a lo largo del tiempo. Y en segundo lugar, a las familias: apoyen a sus hijos en sus estudios, refuercen el seguimiento de cada uno de ellos, invitándolos a superarse y a buscar diferentes formas de aprendizaje. Miren sus carpetas, interesarse por las materias que tuvieron ese día los ayudará a encontrar un punto de conversación y ver si han prestado atención en clases. Padres, los necesitamos La virtualidad llegó para quedarse, pero como complemento, no cómo único medio en la educación”.

¿Se imagina un futuro con menos presencialidad?, preguntó Infobae a Vicente Muro. “Sí, las personas se pueden educar a través de refuerzos autodidactas simplemente siguiendo libros y haciendo, por ejemplo, grupos de estudio. Todas estas son cosas que ya suceden, el asunto es cómo incorporar las distintas experiencias y necesidades al aprendizaje de personas muy distintas. Hay personas que son más afines al autodidactismo y personas que necesitan más acompañamiento, y la escuela debería ofrecer ambas experiencias. En ese sentido, el problema son los extremos: es justamente que la escuela es o plena presencialidad o plena experiencia remota”.

El experto se pregunta entonces qué pasa si podemos, por ejemplo, descubrir y abrazar las situaciones en las que aprendemos mejor cuando estamos solos para después encontrarnos con pares, mentores y docentes y compartir aquello que estudiamos cuando estuvimos solos. “Debemos incorporar el conocimiento acumulado acerca de lo que implica aprender y enseñar de los últimos 3.000 años y, en particular, de las experiencias pedagógicas de los últimos 100 ó 150 años, cuando se empezó a problematizar realmente qué significa ir a la escuela, cuál es la importancia cívica de la educación obligatoria en primaria y secundaria para la formación de las personas como ciudadanas y qué rol cumple esto para lo que vamos a esperar de las personas en un contexto democrático, liberal y republicano como el nuestro”, cierra Muro.

Nota realizad por: Agustín Gallardo

Great Place to Work: el ranking de las 40 empresas argentinas que mejor cuidan a sus empleados

Great Place to Work: el ranking de las 40 empresas argentinas que mejor cuidan a sus empleados

Las compañías que promueven la cultura del bienestar en sus equipos lideran el ranking Empresas que cuidan 2021 de Great Place to Work. Cuáles son las mejor posicionadas

¿Cómo es trabajar en una empresa que cuida a sus colaboradores? Es ser parte de una organización enfocada en mejorar la calidad de vida de sus empleados. El ranking Empresas que cuidan 2021 es una nueva edición del prestigioso estudio de clima y cultura organizacional elaborado por Great Place to Work, a través de entrevistas anónimas y confidenciales a los empleados, con el objetivo de fomentar el bienestar laboral dentro de las compañías.

Great Place to Work, una firma global de people analytics y consultoría para obtener mejores resultados de negocios, aplica una metodología para determinar Los Mejores Lugares para Trabajar que es única y se aplica desde hace 20 años en más de 90 países en todo el mundo. Las mejores posiciones de esta nuevo ranking se determinaron a partir de entrevistas a 61.253 empleados de las 111 empresas participantes. Entre todas las organizaciones, 40 se posicionaron en el ranking 2021.

La cultura del cuidado y el ambiente de bienestar laboral se evaluó a través de una encuesta de clima con aspectos fundamentales: la percepción de los colaboradores para evaluar la confianza y su relación con los líderes en el día a día. Fue primordial el análisis de los empleados respecto de cómo pueden desarrollar su máximo potencial más allá del lugar que ocupen en la organización. Y además, se tomó en cuenta la percepción de los colaboradores acerca de indicadores de Bienestar, relacionados con el propósito profesional, la salud mental y física, las relaciones interpersonales y la estabilidad.

Las Empresas que cuidan tienen una alta valoración entre sus colaboradores, y Great Place To Work, calificó esa percepción a través de indicadores de Bienestar entre los empleados encuestados:

– el 90% valoró la confianza en la compañía y el rol activo de los líderes, traducido en un liderazgo cercano que prioriza las relaciones y el cuidado

– el 86% señaló que la empresa da espacio al desarrollo del potencial individual
– el 91% destacó la fortaleza de los vínculos y percibió una preocupación genuina por los problemas personales

– el 88% sintió protección y atención a su salud física y mental

– el 92% percibió un ambiente de bienestar general dentro de la empresa

Líderes cercanos que generan confianza

Trabajar en equipo es clave en las Empresas que cuidan, a los líderes efectivos les importan sus grupos de trabajo y eso se demuestra en mayor flexibilidad, tanto de tiempos para realizar las tareas como de los objetivos a lograr. Por esta cercanía, los jefes son los primeros en brindar contención y seguridad psicológica de los colaboradores.

Desde 1992, Great Place to Work encuesta a más de 100 millones de empleados en todo el mundo, y en base a esa información define lo que hace que un lugar de trabajo sea un excelente lugar para trabajar: la confianza.

En las empresas que fomentan una cultura del cuidado, los líderes escuchan e inspiran, no esperan a la evaluación formal y brindan un feedback diario, por eso dentro de la organización son pilares fundamentales del bienestar laboral.

Vínculos que potencian el desarrollo personal

Más allá de la tarea específica de cada colaborador, hay algo que transciende las labores cotidianas: el propósito, entendido como aquello por lo que cada uno va a trabajar cada día. Va más allá de la misión o los valores. Se relaciona con los objetivos que persigue la compañía, y el significado que representa para cada empleado.

El propósito es la piedra angular del cuidado. Las Empresas que cuidan están enfocadas en lograr una meta y los objetivos claros se comunican y hacen efectivos a través de líderes que convocan a los colaboradores bajo ese horizonte común. Eso funciona como nexo para que los empleados vean que su trabajo tiene un sentido especial y sientan que no es solo un trabajo.

Garantizar la seguridad física y emocional

Las Empresas que cuidan fomentan el bienestar como un concepto integral. Estas compañías invierten en mediciones frecuentes que les permiten comprender cómo se sienten sus colaboradores y así mejorar la calidad de vida física, emocional y mental. Lograr un equilibrio saludable es fundamental para poder tomar decisiones más acertadas en momentos de crisis o tensión.

El rol del líder es vital para animar a los empleados a equilibrar vida personal con vida laboral. Estas empresas dan soluciones para hacer la carga laboral más llevadera en este contexto de pandemia. La estabilidad económica es otra de las grandes preocupaciones en tiempos de COVID-19. En las entrevistas confidenciales, los empleados valoraron la certidumbre financiera que otorgan las Empresas que cuidan.

El bienestar o calidad de vida en el trabajo, está compuesto por varios elementos que inciden en uno muy específico: la Confianza. Entre las 111 compañías participantes, 40 organizaciones se posicionaron en el ranking Empresas que cuidan 2021, divididas en cuatro categorías según la cantidad de colaboradores:

– Más de 1000 empleados

1- Mercado Libre

2- Banco Galicia

3- Santander

4- SAP

5- Cervecería y Maltería Quilmes

6- DIRECTV-

De 251 a 1000 empleados

1- DHL Express

2- Hilton

3- Salesforce

4- IncluIT

5- Balanz

6- Garantizar

7- Citibank

8- AES Servicios América

9- AES Argentina

10- Baufest

11- SC Johnson

– De 51 a 250 empleados

1- Stoller

2- Onapsis

3- Wetcom

4- Cliengo

5- Terra Translations

6- Innovid

7- Axxon Consulting

8- Warecloud

9- Poincenot

10- Oldelval

11- ComprandoEnGrupo.net

12- Artware

13- DHL Supply Chain

– De 51 a 10 empleados

1- S1 Gateway

2- Brain Technology

3- Coderhouse

4- ADBOT

5- Growketing

6- Ojam Bullrich Flanzbaum

7- Kenility

8- SAESA

9- Amplifica

10- Gen IT

Según relevó el ranking de Great Place To Work, cuando los empleados se sienten cuidados, se enorgullecen de su trabajo y más aún, están dispuestos a hacer un esfuerzo laboral extra, recomiendan sus empresas a otros y desean quedarse allí por mucho tiempo.

Fuente de la Nota: Infobae

Realidad virtual y aumentada: cómo pueden las industrias aprovechar estas tecnologías

Realidad virtual y aumentada: cómo pueden las industrias aprovechar estas tecnologías

Diversos sectores económicos ya se están familiarizando con la realidad virtual y aumentada como medicina, educación, minería e incluso sectores de los gobiernos

La evidencia del cambio tecnológico impulsado por los avances de las grandes compañías se reflejan en todas las áreas de la sociedad, basta con mirar los teléfonos móviles y los sistemas informáticos cada vez más complejos, las plataformas digitales que transforman la información, comunicaciones, robótica y la inteligencia artificial.

En este sentido, la tecnología se ha vuelto un factor clave para aumentar la productividad en las grandes industrias y pymes, lo que permite una mayor eficiencia en la productividad.

Y es que incluso hace poco Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, hizo un cambio radical de nombre llamando Meta a la multinacional. En dicha actualización, la compañía proporcionó una serie de novedades a sus productos de realidad virtual (VR) y aumentada (RA), afirmando que este año lanzará una forma para que las personas que usan sus auriculares Oculus VR llamen a sus amigos usando Facebook Messenger.

Por lo tanto, muchas industrias en el mundo ya se están familiarizando con la realidad virtual y realidad aumentada como la medicina, educación, minería e incluso algunos Gobiernos que están apostando por esta tecnología. Los usos que se les puede dar son incontables. Seguramente solo se conocen los más comunes como el aumento de la experiencia en videojuegos, pero existen otras formas de aprovechar la RV y RA.

Qué es la realidad virtual

Esta tecnología es completamente inmersiva, lo que hace que los sentidos piensen que están en un entorno o un mundo diferente al real. Con un monitor en la cabeza o auriculares, una persona puede descubrir lugares gracias a imágenes y sonidos generados por computadora, donde puede manipular objetos y moverse usando controladores táctiles mientras está conectado a una consola o PC.

“La realidad virtual es un ambiente inmersivo. Es cuando cuando una persona, mediante una aplicación o unas gafas de Realidad Virtual, uno puede entrar a un ambiente totalmente distinto al que se encuentra en la actualidad; ya sea fotos 360, videos 360, recorrido 360“, señaló para Infobae Miguel Torres, programador en Artemar Group.

Esta tecnología sumerge a los usuarios en un entorno totalmente virtual generado por una computadora. Las experiencias de realidad virtual más avanzadas ofrecen libertad de movimiento. Además, se pueden utilizar controladores manuales especiales para mejorar las sensaciones.

Su uso requiere auriculares especiales. La mayoría de ellos están conectados a una computadora o una consola, pero también existen dispositivos autónomos, que suelen funcionar en combinación con teléfonos inteligentes.

Qué es la realidad aumentada

La realidad aumentada por su parte, superpone información digital sobre elementos reales. Esta tecnología mantiene el mundo real en el centro, pero lo enriquece con otros detalles digitales, superponiendo capas de percepción y complementando su realidad o su entorno.

“La realidad aumentada es, en nuestra realidad, mostrar contenido; como hologramas y todo lo que uno requiera como por ejemplo Pokémon Go. Con el celular, puedo ver un objeto determinado apuntando hacia un lugar sin que en la vida real esté”, explica Torres.

Si tiene un smartphone puede instalar una app de AR y probar esta tecnología. Aún así, existen diferentes formas para experimentarla: con auriculares especiales, donde el contenido digital se muestra en una pequeña pantalla frente a sus ojos.

Qué beneficios tiene la RV y RA en las industrias

La Realidad Virtual y la Realidad Aumentada son dos tecnologías imprescindibles para la mejora de las industrias, pues permiten a las empresas emprender este camino hacia la digitalización.

Las implementaciones industriales a través de la realidad virtual y aumentada brindan una serie de ventajas a las empresas industriales. Ambos utilizan entornos virtuales (RV) que incorporan elementos virtuales a la realidad (RA) aportando conocimientos e información útil para la optimización de procesos.

Según el Miguel Atencio Rojas, gerente de Artemar Group en Perú, ” hay cuatro áreas de aplicación de estas tecnologías las cuales son: mantenimiento y control de planta, capacitación operativa y del trabajador, optimización de diseños digitales y por último, soporte y resolución de problemas”.

Cuáles son las industrias que actualmente están trabajando con RV y RA y cómo la utilizan

Educación

Un número creciente de escuelas y universidades utilizan la realidad virtual y aumentada para involucrar a estudiantes de todas las edades y hacer del aprendizaje una experiencia. “Hoy en día los estudiantes aprenden mucho más viviendo experiencias, que leyendo un libro2, afirmó el experto.

Dentro de las novedades que incluye la RV y RA en los salones de clases están: la recreación de hechos históricos, exploración de patrimonios históricos y culturales (que también se utiliza para el turismo), la simulación del manejo de procesos tecnológicos como la electricidad circuitos o similares y como no, para la astronomía.

Medicina

La Realidad aumentada y realidad virtual se ha convertido como el nuevo “aula” de los médicos del futuro. La tecnología inmersiva puede sustituir la formación quirúrgica presencial por modelos virtuales y minimizar el impacto del COVID-19 en la docencia especializada.

Gracias al simulador de RV, es posible realizar artroscopia, laparoscopia y cirugía ginecológica. Así mismo, estudiantes universitarios de medicina en Perú ya usan la realidad aumentada, que ayuda a los estudiantes de odontología a realizar actividades con un maniquí.

Deportes y videojuegos

En el caso de ambos, existe una máquina llamada Plataforma Omnidireccional, en la que una persona puede subirse y, teniendo las gafas puestas, podrá comenzar a correr hacia cualquier dirección pudiendo estar haciendo algún deporte (como trotar), hacer sentadillas, o incluso disfrutar al máximo la experiencia de un videojuego.

Minería y Petróleo

Para reducir los riesgos, la RV y RA puede ayudar a conocer lugares donde no se ha podido acceder, “imaginemos que tiene que ir a una planta petrolera, pero como se mencionó anteriormente, no conoce. Entonces con los lentes de realidad virtual ya se puede dar una idea de cómo es el lugar y cuando vaya, ya se encuentra familiarizado con el ambiente.”

Esta tecnología promueve un enfoque colaborativo, y por eso tiene un gran potencial en la formación y desarrollo de los empleados. La combinación de la realidad virtual con el mundo real aumenta la posibilidad de mejorar la seguridad operativa, mejorar la capacitación y lograr una mayor eficiencia.

Además, funciona perfectamente para entrenar a alguien en una mina sin la necesidad de estar presencialmente; así puede ahorrarse costo, personal, distancia, tiempos, dinero, incluso no pone en riesgo su vida.

Gobiernos

El Estado Peruano también está siendo partícipe de esta tecnología. Pues bien, ha decidido implementar un concurso llamado Turismo Emprende, en el cual “los participantes pueden proponer un proyecto de realidad virtual o realidad aumentada para hacer recorridos por lugares del país”, al mismo estilo de Google Maps.

“Otro punto importante son los temas arqueológicos. Hay lugares como ruinas que ya no están permitido el ingreso, como por ejemplo Machu Picchu. Anteriormente se podía entrar y hoy en día, para no poner en peligro a los turistas, ya no. Pero, con la RV puede ver esos lugares sin necesidad de ir hasta allí.” agregó.

El Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú también está adquiriendo la tecnología de realidad virtual, ya que ayuda a la práctica con la simulación de apagar un incendio, correr en medio del fuego o salvar personas.

Nota realizada por: José Arana

LinkedIn revela las habilidades más buscadas por las empresas

LinkedIn revela las habilidades más buscadas por las empresas

Señala que las empresas ahora y en el futuro preferirán a los profesionales que cuentan con algunas características particulares como la creatividad.
Los perfiles que las empresas buscan en los candidatos han ido cambiando con el tiempo, pues ahora han comenzado a tener más interés en los que tienen habilidades creativas, de comunicación, flexibilidad y trabajo en equipo.

De acuerdo con los resultados de un estudio de Adobe, LinkedIn y Civitas Learning para cuantificar el valor de las habilidades creativas, en la última década el mercado laboral se ha transformado radicalmente y según los expertos del Foro Económico Mundial, dicha evolución seguirá siendo acelerada.

Por lo anterior, están interesados en que desde la educación media los estudiantes comiencen a tomar materias o se les brinden herramientas para que estén preparados a las necesidades actuales y futuras del cambo laboral.

“En la actualidad los estudiantes cuestionan el valor de un título universitario, pero el análisis revela cifras que podrán motivar a los alumnos y a las mismas escuelas para que incluyan materias que desarrollen habilidades creativas, con el fin de mejorar los resultados de los estudiantes y su éxito profesional”, señalaron en un comunicado las empresas que realizaron el estudio del impacto de habilidades creativas y alfabetización digital.

Aseguraron que su objetivo fue medir los efectos de la integración de habilidades creativas y la alfabetización digital en cursos de educación superior y el impacto de estas habilidades en la trayectoria profesional.

Melissa Vito, vicerrectora de Innovación Académica de la University of Texas San Antonio (UTSA), señaló para el estudio que, al proporcionar capacitaciones y programas de apoyo para los profesores, asegurando que la integración de programas creativos se aceleró el uso de estas aplicaciones por parte de los estudiantes, sino además que sus resultados académicos incrementaron.

Además, el estudio detalla que se hizo un análisis del concepto de creatividad, a través de datos globales de LinkedIn. Frente a lo cual, Pal Petrone, vocero de la organización, expresó que “fortalecer habilidades de comunicación, liderazgo, motivación, flexibilidad, persuasión y trabajo en equipo es una de las mejores inversiones que puede incluir una carrera profesional, ya que nunca pasan de moda.

Además, el auge de la IA (Inteligencia Artificial) solo está haciendo que las habilidades sociales sean cada vez más importantes, porque, precisamente, son el tipo de habilidades que los robots no pueden automatizar”, finalizó.

De ese modo, los datos de LinkedIn refuerzan que el impacto tangible de las habilidades creativas en la trayectoria profesional así como el aumento de su demanda, ya que el número de empleados que poseen habilidades creativas ha crecido en 78% en los últimos dos años, y los nuevos graduados en diversas funciones laborales aseguraron salarios iniciales entre 3% y 16% más altos cuando incluyeron habilidades creativas en sus perfiles de LinkedIn en comparación con aquellos que no poseían o promovían las mismas.

“No hay duda que las habilidades creativas promueven el crecimiento profesional continuo. En los últimos tres años, los profesionales con su manejo vieron aumentos salariales hasta dos o tres veces más altos en comparación con los que no las tenían, en casi todas las industrias y funciones laborales importantes”, señaló Adobe en una misiva.

Respecto a las industrias que más buscan a profesionales con habilidades creativas, se encontró que hubo un aumento salarian en las enfocadas a aviación y aeronáutica, defensa y espacio, food & beverages, salud, ingeniería civil, construcción, recursos humanos, automotor, aprendizaje electrónico, desarrollo de dispositivos médicos y transporte.

En cuanto a trabajos específicos, los perfiles más beneficiados con mejores sueldos son quienes brindan servicios de atención médica, servicios comunitarios y sociales, asesores en ventas, perfiles asociados a las Tecnologías de la Información y comunicación, trabajadores de recursos humanos y quienes asesores de seguros.

“En resumen, las habilidades creativas son esenciales para el éxito en la escuela y mucho después, (…) además, la demanda de creatividad ha aumentado en la fuerza laboral en los últimos cinco años y mostrar estas habilidades en un perfil de LinkedIn puede contribuir a la mejora de la trayectoria profesional”, concluyó Darío Llorente, de Adobe.

Fuente de la Nota: InfoBae

Comunicación efectiva y creatividad en las organizaciones

Comunicación efectiva y creatividad en las organizaciones

“La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías

en hablar de los problemas que en afrontarlos” (Henry Ford)

“Stille post” en Alemania, “Telefono senza fili” en Italia, “Chinese whispers” en el Reino Unido, son distintas formas de denominar en otras latitudes al popular juego que en Argentina conocemos como “Teléfono descompuesto”. Su gracia deriva del risible nivel de distorsión que puede alcanzar un mensaje inicial, tras circular por la cadena de jugadores, quienes se lo van murmurando uno a otro al oído sucesivamente. La comparación entre la primera frase y la resultante final puede ser absurda, extravagante y divertida.

Las fallas en la comunicación pueden resultar, así, muy graciosas y recreativas cuando se manifiestan en un contexto lúdico deliberadamente pautado. Pero sabemos que el famoso “teléfono descompuesto” también puede suscitarse en el ámbito profesional, público o privado, de manera imprevista. Allí todo dista de ser un juego, si se repara que un sinnúmero de resultados laborales, día a día, son o no exitosos según haya sido eficaz o defectuosa la comunicación interna involucrada en su desarrollo.

Este postulado cobra una especial significación en un contexto de crisis sanitaria y económica como el que estamos atravesando, a causa de la pandémica expansión del COVID-19, donde la búsqueda de acierto en los procesos de trabajo pasa a tener un carácter primordial. Pensemos que de ello puede depender desde la adecuada ejecución de una política pública –en cualquiera de los tres poderes del Estado, ejecutivo, legislativo o judicial–, hasta el logro de actividades comerciales y productivas de diversa índole, que ayuden a mantener preciadas fuentes de trabajo.

Consideremos, además, que las limitaciones laborales hacia rubros no esenciales; sumadas a las restricciones a la circulación y al aislamiento social, preventivo y obligatorio, han generado cambios drásticos en la cantidad y calidad de las comunicaciones con las que estábamos acostumbrados a manejarnos antes del brote de coronavirus que nos tiene en vilo. Frente a este escenario, atravesado por incertidumbres, ensayos, errores y aciertos, se justifica meditar sobre el mejor modo de comunicarnos en el ámbito laboral, público o privado.

Sobre esta base, nos enfocaremos en algunos puntos que vinculan el grado de acierto en los procesos de trabajo con la efectividad en la comunicación. También haremos algunas referencias sobre el modo de conducirnos cuando, a pesar de haber adoptado los cuidados de rigor, se producen fallas susceptibles de generar peligros o daños. Reservaremos –finalmente– un espacio para reflexionar sobre la incidencia de la creatividad profesional y cómo habilitar los mecanismos aptos para su fluidez.

Partamos por dimensionar que la comunicación –verbal, escrita, gestual y mixta– viene complejizándose de modo sostenido junto con la inexorable evolución de la humanidad. El nivel de interacción personal se ha ido incrementando de modo exponencial desde las primeras civilizaciones hasta nuestros días. Esto ha sido así gracias a factores múltiples, entre ellos la diferenciación de roles, la división del trabajo y el establecimiento de jerarquías en busca de beneficios comunes. También ha contribuido la irrupción de las corporaciones en el terreno del comercio y los negocios globalizados. Pero fundamentalmente, lo que ha marcado el quiebre y el nacimiento de una nueva era desde hace ya algún tiempo, ha sido el desarrollo, la expansión y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TICs).

Como botón de muestra tengamos en cuenta que para 2010 el mercado de los teléfonos celulares registraba una distribución mundial cercana a las 300 millones de unidades, cifra que en 2019 superó los 1412 millones de smartphones. Su destino: la palma de la mano de similares cantidades de usuarios, que los emplearán –esencialmente– para comunicarse entre sí, mediante las posibilidades que brindan estas potentes computadoras de bolsillo, combinadas con la Internet, las aplicaciones de mensajería instantánea y las redes sociales.

De este modo, la masividad, la mediación socioeconómica y cultural y la tecnología provocaron que ya no nos limitemos a hablar únicamente de lenguaje. Debemos ir más allá y considerar que comunicar implica poner en común ideas y pensamientos con un tercero, a través de diferentes canales y con un código compartido. A su vez, la comunicación es la herramienta esencial a través de la cual se establecen las acciones de las personas en una organización.

En su desarrollo intervienen un emisor, que transmite un mensaje, y un receptor, que interpretará el significado de tales ideas o informaciones. Ambos deberán compartir un código (conjunto de claves, imágenes, lenguaje, etc., que sirven para trasmitir la expresión) y un medio o canal a través del cual se emite el mensaje (oral-auditivo, gráfico-visual y sus combinaciones). Todo ello tendrá lugar en una situación concreta a la que se denomina contexto. Tenemos así un esquema elemental que aglutina los componentes del proceso de comunicación, que dentro de una organización estructurada de modo jerárquico podrá ser ascendente, descendente o lateral.

La búsqueda de la efectividad en la comunicación debe considerar aquello que María Rosa Vanella y Francisco Kramer, especialistas en la materia, denominan nemotécnicamente la “Regla de las tres Q”: tener claro qué se va a comunicar, quién debe dar la información y quién es el destinatario, a cuya realidad el emisor deberá ajustar el mensaje. Esto se complementa con la ajustada mensura de cuándo, cómo y cuánto comunicar. La tarea se verá favorecida si el emisor transmite una idea por vez, al nivel del conocimiento del receptor, con lenguaje claro, especificidad y poder de síntesis (sin ramificarse), tanto en el lenguaje escrito como el oral. También será relevante su aptitud para dejar en claro la importancia de cada punto que esté tratando. No hay que informar de menos, pero tampoco de más. Ya nos decía Ernest Hemingway “se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”. Máxime, que muchas veces, lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice (Peter Ferdinand Drucker).

En tren de reducir las barreras capaces de afectar el flujo comunicativo interno del ámbito profesional, una primera necesidad pasará por fijar reglas claras sobre el canal que se empleará. Allí donde no prima la inmediatez (propia del trabajo presencial –actualmente retraído por la pandemia– y de las videoconferencias, hoy día en pleno auge dentro de los esquemas de teletrabajo) es conveniente pautar para qué tipo de intercambios será idónea cada una de las múltiples vías existentes: mensajería instantánea –por escrito, audio y/o video– “uno a uno” o de carácter grupal; correo electrónico oficial o corporativo, e-mail de casillas personales (que suelen contar con mayor capacidad para la circulación de archivos adjuntos), entre otras opciones.

Una adecuada planificación en este punto evitará efectos no deseados, tales como la remisión de mensajes que quedan sin lectura por parte de sus destinatarios, dada su circulación a través de vías que quedan sin ser chequeadas a tiempo; la innecesaria duplicidad en el giro de información; la pérdida de tiempo que irroga el confronte de múltiples fuentes; o la lectura de comunicaciones dirigidas a quienes no son receptores interesados.

Otro factor que contribuye a la existencia del peligroso “teléfono descompuesto” lo hallamos en las perturbaciones que se producen durante la circulación del mensaje. Los expertos las denominan como los “ruidos” en el proceso de comunicación. Se trata de interferencias aptas para que la información o idea quede distorsionada, entrecortada u oculta tras su emisión. Entre sus múltiples orígenes posibles nos interesa subrayar factores tales como el exceso en la información transmitida y su contracara, la omisión de brindar datos clave. También la falta de atención de quien recibe el mensaje, que puede reconocer diversos orígenes, tales como los desmedidos afanes multitarea (multitasking). Agudizar el cuidado en estos puntos redundará en una comunicación libre de obstrucciones.

Como particularidad propia de nuestros días, un “ruido” frecuente se presenta en los chats laborales de mensajería instantánea –especialmente en los grupales–, cuando su eje se desvirtúa en función de la circulación de contenidos que se apartan de su objeto central. El desvío temático, o el empleo de “memes” y “gifs” –por caso– pueden servir para una distensión temporal. Pero su exceso puede generar niveles de distracción riesgosos para el adecuado proceso de comunicación de contenidos profesionalmente importantes. Si de relajar un clima laboral se trata, posiblemente sea preferible, en la medida de lo posible, derivar esa clase de intercambios hacia un grupo paralelo y para un momento de ocio no superpuesto con el trabajo.

Por otra parte, los niveles de adecuada comunicación interna se verán incididos por los “filtros”, configurados por las barreras psíquicas propias del emisor y del receptor (valores, conocimientos, prejuicios, etc.). Gravitarán aquí los personalismos, que de hacerse presentes en una cuota exacerbada podrán conducir a la ineficiencia. Así, por ejemplo, la tendencia a subordinar el interés común a miras personales en un receptor puede llevarlo a manejarse de modo refractario frente a una comunicación laboral proveniente de un emisor al que considera un rival en el ámbito profesional. Por ello será conveniente detectar si los egos y narcisismos están yendo más allá de las cuotas adecuadas, en el marco de las conductas caracterizadas por la aspiración de destacar sobre los demás y de ejercer sobre ellos un cierto liderazgo. De ser así, será cuestión de marginar esas disputas personales para dejar paso al desempeño signado por un verdadero profesionalismo, tanto en el ámbito público como privado.

Un punto adicional en el que cabe concentrase pasa por prever cómo conducirnos si, más allá de tener en cuenta cada uno de los factores que hemos enunciado, la adecuada comunicación interna fracasa de todos modos. Se darán así situaciones particulares que en la organización –pública o privada– determinarán la necesidad de actuar sin demora para reducir eventuales riesgos o, inclusive, daños. Dicho de modo más sencillo: habrá que saber rápidamente qué hacer.

A tal efecto podrá ser de vital importancia contar con protocolos de actuación, herramientas que cuando concurren determinadas circunstancias establecen las instrucciones a seguir: forma de comportarse, tipo de información que es relevante transmitir, a quién se debe trasladar esa clase de datos, reacción que se espera para el personal clave de la organización, etc. Así, en contextos críticos, se evitará que la búsqueda de soluciones quede librada al arbitrio de quienes se vean involucrados con el evento.

Al sector público se le puede exigir el trazado de planes de acción de esta naturaleza, y reclamar resultados concretos en consecuencia, de la misma forma que al sector empresarial. Lógicamente, para que esto suceda deberán existir mecanismos que aseguren la asimilación de los protocolos por parte de todos los miembros de la organización. En ese punto será necesario contar con una adecuada distribución de los protocolos, más una ajustada y continua capacitación.

Aun así, la utilización de protocolos de actuación –que suelen plasmarse en manuales o guías, cuya revisión periódica es ineludible– debe darse en una medida adecuada, frente a hipótesis que verdaderamente puedan ser relevantes en términos de eficiencia, seguridad, cumplimiento, etc. El exceso cuantitativo en la protocolización puede conducir a que sus pautas sean ignoradas o no aplicadas. También debe reflexionarse que la centralidad puesta en los protocolos de actuación puede promover la parálisis de los miembros de la organización frente a la concurrencia de circunstancias excepcionales no previstas en tales instrumentos. Además puede llevar a efectos no deseados, por ejemplo: la falta de involucramiento frente a un determinado requerimiento novedoso, por el apego actitudinal a los límites normativos que aseguran la cobertura en términos de responsabilidad individual (permanencia en la zona de confort –”trabajo a reglamento”–).

Además, la circunstancia de enarbolar una política de actuación desmedidamente apegada a pautas normativizadas podrá ser objeto de críticas desde la óptica de la Teoría de la Administración. Recordemos que la “formalización” (donde todas las actividades se definen por escrito y la organización opera de acuerdo con un conjunto de reglas que se aplican a todos los casos individuales, sin excepción) constituye un elemento preponderante en la Teoría de la Burocracia elaborada por Max Weber (1864-1920). Esta posición –en el todo de su formulación– se encuentra ampliamente superada; más allá de la cuota de validez parcial que conserva, en su aplicación acumulativa con las de los paradigmas que ponen el énfasis en otros tipos de ítems (tareas, personas, tecnología y ambiente).

Dentro de la temática que venimos abordando existe un valor adicional que consideramos fundamental: la creatividad. Más allá de cualquier abstracción, las organizaciones -estatales o empresarias- están constituidas por seres humanos. Sea en el despliegue de labores ordinarias o frente a una contingencia excepcional será fundamental reservar un instante para que esas personas puedan hacer una pausa (“parar la pelota”) y reflexionar creativamente sobre los procesos de trabajo que los involucran, sobre los caminos a seguir, la toma de decisiones para una eficaz tarea y solución.

Nunca hay que dejar de recordar, como decía Albert Einstein, que “la formulación de un problema es más importante que su solución”.

En este sentido, sostenemos que es esencial estimar adecuadamente los aportes propios de cada miembro del ámbito profesional, sea este privado o estatal. Por ende, será preponderante establecer un entorno receptivo y de estímulo creativo, imprescindible para que afloren nuevas ideas y para que los individuos, además, reconozcan la importancia de la continua generación de nuevos aportes. También la permeabilidad frente a las aportaciones de los demás, aunque estas impliquen cuestionar el modo de funcionamiento organizacional vigente. En este punto, dado que la posesión de la información es un elemento clave de poder, las organizaciones más abiertas (por oposición a las centralizadas) tendrán un terreno más llano para que las innovaciones se difundan entre distintos grupos funcionales y niveles para hacer posible la toma de decisiones participativas. Jugará aquí un carácter central la fluidez que exista en los niveles de comunicación lateral.

Vemos que nuestro recorrido temático nos ha traído de regreso al terreno de la comunicación interna. Finalizaremos enunciando que el mejor despliegue de su proceso en general, y en especial los beneficios derivados de la creatividad, se verán favorecidos si existe un adecuado margen para la retroalimentación. El “feedback” tiene lugar cuando el receptor devuelve información al emisor sobre el contenido o interpretación de su propio mensaje y –agregamos– cuando esa devolución es atendida por la persona a la que va dirigida, lo cual demanda predisposición y tiempo. Se genera así un flujo bidireccional (con interacción) que es sensiblemente más eficaz que la mera “bajada de línea”.

Como producto de la retroalimentación podrán surgir elementos útiles para que el emisor compruebe si su mensaje ha sido correctamente entendido. También podrá conocer las repercusiones de su idea. Además, si el entorno profesional es abierto hacia la creatividad, el receptor podrá valerse de la misma para enriquecer a quien le transmitió determinado mensaje en procura de dotar de mejoras al proceso en cuyo marco la comunicación se está desarrollando. Porque como bien se afirma “lo que no se comunica, no existe”.

Nota realizada por:
Mariano Hernán Borinsky. Juez de la Cámara Federal de Casación Penal. Presidente de la Comisión de Reforma del Código Penal. Doctor en Derecho Penal (UBA). Co-Director del posgrado Derecho Penal Tributario de la UBA. Profesor Universitario (UBA, UTDT y UA).

Daniel Schurjin Almenar. Subsecretario letrado de la Procuración General de la Nación. Asesor de la Comisión de Reforma del Código Penal (Decreto 103/17). Especialista en Administración de Justicia (UBA). Profesor universitario (UBA)

Nobel de Economía 2021: qué son los experimentos naturales, la revolución que está detrás del premio de este año

Nobel de Economía 2021: qué son los experimentos naturales, la revolución que está detrás del premio de este año

El premio del Banco de Suecia cayó en manos de tres académicos que tienen en común haber protagonizado un cambio metodológico en la forma en que se investiga economía
Los economistas David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens ganaron el lunes el premio Nobel de Economía 2021 por ser pioneros en el uso de “experimentos naturales” para comprender los efectos causales de la política económica y otros fenómenos. El desarrollo de la metodología y su aplicación empírica para alcanzar conclusiones sobre el mundo real son el punto en común entre los distintos académicos elegidos para el Premio Sveriges Riksbank en Ciencias Económicas de este año.

A lo largo de su carrera, Card se destacó por sus investigaciones sobre el campo laboral como análisis sobre el efecto del salario mínimo, la inmigración y otros factores sobre el mercado de trabajo. Angrist e Imbens, junto con otros investigadores como el fallecido Alan Krueger, Jörn-Steffen Pischke, Stacy Dale y otros se enfocaron sobre cuestiones como el impacto de la educación obligatoria en los ingresos o el efecto de ingresar a una universidad de elite en el éxito profesional.

Las conclusiones de sus investigaciones desafiaron, en ocasiones, nociones teóricas consideradas como casi indudables: por caso, el salario mínimo no aumentó el desempleo, la inmigración tuvo efectos positivos sobre los ingresos de los residentes de un país, la educación obligatoria si afectó positivamente los ingresos y el ingreso a universidades de elite definió el nivel de ingreso de las personas pero sólo si provenían de familias poco pudientes o formaban parte de minorías. Conclusiones muchas veces difíciles de tragar según donde se ubique en el espectro ideológico quien las lea.

Pero más allá de todas esas conclusiones puntuales, que pueden entusiasmar más o menos, el premio Nobel de economía no parece estar orientado a los resultados sino a los métodos.

Los tres economistas premiados y varios de los mencionados más arriba protagonizan desde hace más de una década una avanzada metodológica que cuestionó la forma en que se investiga en Economía. Si es habitual que los análisis económicos se basen en montañas de datos en busca de correlaciones que les permitan sostener teorías, sólo para aclarar de inmediato que una correlación no es una causalidad y, luego, arriesgar conclusiones, lo que tienen en común los estudios de los tres galardonados en 2021 es que aseguran que es posible determinar causalidades.

En la última década, la bautizada “revolución de la credibilidad” se enfocó en desarrollar herramientas que permitan hacer afirmaciones de causalidad creíbles. Y la caja de herramientas en cuestión se enfoca sobre la posibilidad de analizar experimentos naturales.
“Los experimentos naturales están en todas partes”, dijo Eva Mörk, miembro del Comité del Premio Alfred Nobel en Ciencias Económicas, en una conferencia de prensa sobre el impacto que el método ha tenido en todas las ciencias sociales.

La economía, es lógico, no tiene forma de experimentar en un laboratorio. A diferencia de otras ciencias, se enfrenta a objetos de estudio que están ocurriendo a medida que se los observa y que, por más variables que se analicen, están influidas por infinidad de factores que muchas veces pueden ser pasadas por alto. No es que los métodos tradicionales no hayan tomado cuenta de estos inconvenientes, por ejemplo utilizan variables de control para aislar el impacto de aquellas que están estudiando.

Pero el enfoque de la revolución de la credibilidad entusiasmó por las herramientas que ponía a disposición. Porque si bien no se puede conducir experimentos, la “naturaleza” muchas veces ofrece experimentos que permiten llegar a causalidades.

Por ejemplo, cuando Angrist quiso estudiar si ser reclutado a la fuerza para pelear en la Guerra de Vietnam afectaba el futuro económico de los americanos podría haber propuesto -en principio- designar ciudadanos para servir en Asia y liberar a otros, un grupo de control, de la misma obligación. Algo para nada realista ni, mucho menos, ético.

Pero el método de selección que usaban las fuerzas armadas americanas, la lotería del draft, ya hacía ese trabajo por él. Quienes sacaban un número bajo en la lotería eran, de alguna manera, los sujetos bajo estudio. Y, quienes de forma tan azarosa como los primeros sacaban un número alto y se ahorraban tener que enlistarse eran, de la misma manera, el grupo de control. Así, se puso a trabajar en un método para poder estudiar ese experimento accidental (spoiler: si, servir en Vietnam afectó negativamente los ingresos durante el resto de la vida; un hombre blanco que sirvió en la guerra ganó 15% en su vida que otro que no lo hizo).

El experimento natural, tal como se lo ha utilizado, es útil más que nada para la microeconomía. En el caso de políticas macro, donde infinidad de variables juegan su parte para un equilibrio general, la teoría tradicional conserva su poderío y también su utilidad. Pero, para el tipo de investigaciones micro la revolución de la credibilidad significó un paso adelante en materia metodológica que hoy se lleva el Nobel de economía.

Fuente de la Nota: Infobae

Categorías
Dirección
Gral. Juan B. Bustos 541 - Bº Cofico - Córdoba, Argentina - Oficinas 1 y 2
Dirección
Gral. Juan B. Bustos 541 - Bº Cofico - Córdoba, Argentina - Oficinas 1 y 2
 Anterior  Todos Siguiente